Desde tiempos inmemoriales todos los padres de familia han tenido que lidiar con uno de sus peores temores: cómo calmar a un bebé que está en pleno llanto. Cuando pasa y estás en familia, siempre hay alguien que te da consejos místicos y ancestrales, desde untarle al pequeño en los pies toda clase de menjurjes, hasta darle probaditas de tequila o whisky para "relajarlo". Pero en la experiencia del pediatra Robert Hamilton, la solución es mucho más sencilla y no tiene nada que ver con magia.
Este médico dice que su técnica, llamada El Agarre, hace que el bebé tenga más comodidad y en consecuencia, que cualquier malestar se sienta menos intenso —suponiendo que no tenga alguna enfermedad o molestia mayor... ni hambre, ni sueño—. La idea es simple: hay que cruzar los brazos del pequeño frente a su pecho, sostenerlos con tu mano y al mismo tiempo darle soporte a su barbilla con tu pulgar y el índice.
Mientras tanto, debes usar la otra mano para sostener la cadera del bebé desde las nalgas —pompas, asentaderas o como quieras llamarles—, procurando mantenerle sus piernas un poco elevadas y de preferencia, sacude ligeramente esa parte, como si lo estuvieras arrullando. Algo muy importante es que el bebé tiene que estar inclinado hacia adelante unos 45° o el truco no será tan efectivo.
Así que ahí lo tienes, para la próxima que quieras dormir a un bebé —sea tu hijo, un sobrino o el bebé de tu vecina— y esté llorando, es mejor usar una técnica profesional, en lugar de pasearlo en coche para ver si se arrulla.
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