Apenas hace unos días les hablábamos de la primera arma producida en una impresora 3D, y que además era completamente funcional. No obstante, la única intención de sus creadores en ese momento era la de liberar sus planos en Internet.
La llamada The Liberator está hecha de plástico con un par de piezas metálicas. Las especificaciones fueron puestas en la red para que cualquiera pudiese descargarlas, pero ello comenzó un debate legal en Estados Unidos y que tiende a propagarse por el resto del mundo.
Cody Wilson, el hombre detrás de Defense Distributed, recibió una carta de la oficina estatal del Departamento de Estado, requiriéndole que retirase los planos de The Liberator, junto con otros nueve que también fueron publicados en su sitio Defcad.org.
La razón del gobierno estadounidense de oponerse a la difusión de estos planos es que podrían estar violando el estatuto de control de armas de ese país, particularmente el del International Traffic in Arms Regulation. El punto es, al poner los planos de construcción en línea, se está incurriendo en un delito contra las leyes de exportación de armas, debido a que se podrían mandar a cualquier parte del mundo.
Wilson está dispuesto a retirar los planos de su sitio, siempre y cuando el Departamento de Estado termine con la revisión y análisis correspondiente. Sin embargo, los planos ya han sido descargados más de 100 mil veces de sus servidores.
Con la presencia de cada vez más impresoras 3D y el acceso a este tipo de información, se acercan nuevas leyes que pretenden controlar este tipo de difusión de contenido. Es así que las próximas semanas son decisivas.
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