Seguramente te pasa al menos una vez al día: tienes que hacer algo, pero tu cerebro elige revisar Facebook, mandar mensajes y ver videos de gatitos antes de empezar. Esta costumbre de aplazar los pendientes se llama procrastinar y según Adam Grant, psicólogo de la Universidad de Michigan, te ayuda a ser más creativo.
Aunque tu jefe o maestro diga lo contrario, dejar una obligación pendiente te ayudará a realizarla con más creatividad. Grant se dio cuenta cuando una de sus alumnas le comentó que ella tiene ideas más originales después de haber procrastinado. Jihae Shin, quien ahora es profesora en la Universidad de Wisconsin, realizó un estudio para comprobar su hipótesis.
En el estudio, pidió a los participantes que propusieran nuevas ideas de negocios; después los separó: unos pasaron 5 minutos en juegos de computadora, mientras que los otros dieron respuestas inmediatas. Sus jefes analizaron las respuestas y las ideas de los procrastinadores fueron 28% más creativas.
Grant explica que las primeras ideas siempre son simples y convencionales. Iniciar una tarea, procrastinar un rato y luego continuarla hace que nuestro cerebro piense en mejores soluciones o distintas maneras de abordarla. Con la procrastinación, nuestras mentes divagan y pueden pensar en caminos diferentes para completarla.
Grant explica que Da Vinci era un gran procrastinador, tardó 16 años en terminar la Mona Lisa y se sentía muy frustrado por no avanzar con más velocidad. Lo que él no notaba era que mientras “perdía el tiempo” en otros experimentos, mejoraba su técnica y entendimiento de la óptica y la luz. La procrastinación lo hizo mejor pintor.
Sin embargo, no toda la procrastinación es buena. Si dejas un pendiente hasta el último momento, tu cerebro estresado elegirá la idea más simple y sencilla para cumplir con la obligación por el camino fácil.
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