Aunque cada nuevo teléfono de gama alta de Samsung suele superar las ventas de su predecesor, el Galaxy S5 podría ser la excepción, pues de acuerdo con un reporte del periódico The Wall Street Journal, este modelo vendió muy por debajo de la expectativa. De hecho, en los 3 meses que siguieron al lanzamiento del smartphone, Samsung movilizó 12 millones de unidades, es decir, 40% menos que el Galaxy S4 en el mismo periodo.
Según un informante que dice conocer muy de cerca los planes de Samsung, la cantidad de ejemplares del Galaxy S5 excedió considerablemente la demanda a escala global y en consecuencia, un gran porcentaje de los productos se quedaron en bodegas durante los meses siguientes. Al parecer Estados Unidos fue el único mercado en el que el Galaxy S5 tuvo éxito real, mientras que en el resto del mundo las ventas cayeron rápidamente después de unas semanas del lanzamiento; en particular, en China los resultados fueron catastróficos, tal vez debido al éxito que están teniendo Xiaomi y otros fabricantes locales.
El reporte detalla que Samsung estaría considerando modificar la estructura ejecutiva de su unidad de dispositivos móviles, como parte de una estrategia para recuperar la estabilidad que tenía hace un par de años. Así, el director general JK Shin le cedería el cargo a su homólogo Boo-keun Yoon, quien a la fecha es el responsable de la división de televisores y del área de investigación y desarrollo. Lo cierto es que, al margen de los cambios administrativos, Samsung también considera replantear el concepto de su categoría premium de dispositivos, así como reducir su catálogo de smartphones.
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