La privacidad es un tema delicado y hasta cierto punto, ambiguo, dependiendo desde la perspectiva que se le mire. Durante meses, Google ha lidiado con gobiernos de la Unión Europea respecto a las políticas de confidencialidad de sus usuarios y tras extensas investigaciones, el corporativo podría estar a punto de pagar numerosas multas, acusado de no acatar las recomendaciones gubernamentales.
El tema está generando mucha controversia. Por un lado Google dice haber seguido al pie de la letra las leyes de cada nación, escribiendo cada lineamiento a favor de garantizar la seguridad de datos personales. Pero estudios financieros de la Comission Nationale de l’Informatique, muestran que las ganancias del gigante tecnológico siguen creciendo considerablemente, resultado de una estrategia publicitaria que “necesariamente toma información sensible y específica de las base de datos”. En otras palabras, pareciera que Google no está pesando tanto en sus consumidores.
Esta nueva política es la unificación de más de 60 servicios –como Gmail y YouTube– que en conjunto, crean un perfil más robusto para la publicidad que vende Google. Dado que no hay forma de librarse de esa estadística, las alarmas comenzaron a sonar entre algunos gobiernos.
Las naciones del bloque europeo no son las únicas en desacuerdo con Google, también la fiscalía general de la Unión Americana y otras entidades corporativas, quienes acusan de anticompetitiva y ventajosa a la nueva política de privacidad. De resultar culpable, la compañía tendría que pagar sanciones en cada país agraviado, incluidos Francia, Italia, Alemania, el Reino Unido y los Países Bajos.
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