Recientemente reportamos que la compañía de taxis Lyft acusó a Uber, su principal competidor, de haber hecho aproximadamente 5560 peticiones de servicio falsas con el propósito de entorpecer sus operaciones.
Como respuesta a esta declaración, Uber lanzó un comunicado en el que asegura que Lyft llevó a cabo un comportamiento similar, pues declaró que tanto empleados de la compañía como uno de sus cofundadores ordenaron y cancelaron alrededor de 12,900 servicios.
En el comunicado, se menciona que inversionistas de Lyft presionaron a Uber para que adquirieran su compañía y los amenazaron tomar medidas drásticas en su contra, en caso de no llevar a cabo la compra. “Sólo podemos asumir que los recientes ataques de Lyft son parte de esa estrategia.”, comentó Uber.
Por su parte, Lyft comentó: “Lyft tiene más de 100 inversionistas, todos extremadamente emocionados por el hecho de que la compañía está alcanzando un nivel de ganancias para su oferta pública inicial. Nuestras “medidas drásticas” son continuar con un crecimiento mensual de 30%, mientras construimos la comunidad más fuerte de choferes y pasajeros.”, concluyó.
Cabe mencionar que ésta no es la primera vez que se acusa a Uber de este tipo de prácticas, pues en enero, la empresa neoyorkina Gett, que ofrece un servicio similar, la culpó de llevar a cabo peticiones de servicio sistemáticas que eran canceladas al poco tiempo.
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