El irresistible encanto del crowdfunding

La nueva manera de realizar inversiones y de echar a andar sueños cobra cada vez más adeptos

Hace unos días les contaba acerca del proyecto de la segunda película dirigida por Zach Braff, quien ha recurrido al crowdfunding para lograr financiarla. Solo tuvieron que pasar un par de horas para llegar a la quinta parte de lo proyectado, $2 millones USD. Ahora, ocho días después de haber arrancado, la cifra ha crecido enormemente. Todavía faltan 24 días para que termine la recaudación y lo que se ha reunido ya supera en más de $300 mil USD la meta.

Por otro lado, se estimaba que una cita para tomar café con Tim Cook alcanzaría $50,000 USD al subastarla en favor del Centro para Justicia y Derechos Humanos Robert F. Kennedy. El máximo estimado se ha quedado muy atrás y la subasta, a la que le quedan 12 días, ha llegado a $600 mil USD.

En las últimos meses, hemos escuchado una y otra vez cómo los inversionistas "pierden la fe" en alguna de las marcas que apoyan (Apple, por ejemplo). De un momento a otro, el valor de una empresa cae, el futuro financiero de otra se vuelve negro y en casos extremos, hay compañías que no vuelven a levantarse. Claro, todo depende de una visión y entendimiento del ámbito bursátil, pero en ocasiones hay cosas tan insulsas como un tweet (falso, además), que sacuden los cimientos de las inversiones.

La tecnología, el entretenimiento, son industrias. Maquinarias capaces de generar ganancias monstruosas. Pero en el caso del cine, por ejemplo, primero tiene que generarse una idea. Esa idea es revisada por un gran número de personas, desde el cazador de talentos hasta el probable productor y, claro, un gran número de personas ajenas al proyecto.

Después, cada una de esas personas hace sus observaciones. El mismo Zach Braff lo relata en el video que usa para convencer al usuario común de invertir en su película. De un momento a otro, un actor es sustituido por una actriz de cuerpo inverosímil, porque "enganchará mejor con el target". Al final, la esencia de lo que se quería comunicar se pierde, ya que las personas que otorgan el financiamiento quieren tener voz y voto.

En el caso de la tecnología, es más una cuestión de oportunidades. En muchas ocasiones, los desarrolladores e inventores no tienen acceso a las grandes empresas y, cuando lo logran, se encuentran con que su proyecto no resulta interesante para la persona con la que logran entrevistarse. O se enfrentan al mismo proceso que en la industria del entretenimiento, al recibir retroalimentación que básicamente, retira funciones interesantes en los productos desarrollados en favor de cambios estéticos.

Y aquí es en donde entra el crowdfunding. Muchas instituciones, al notar la falta de interés de inversionistas con un gran poder económico, han estado recurriendo a quien disfrutará del producto, el usuario final. Esta inversión, realizada por las personas, está ganando cada vez más adeptos, quienes logran acumular una gran cantidad de dinero que finalmente les reportará algún tipo de beneficio.

En el caso de la tecnología, no es extraño encontrar gadgets que no tienen un equivalente en las grandes marcas. El ejemplo más claro de ello es Ouya, la consola con Android como sistema operativo que recibió un apoyo sin precedentes, al lograr la meta proyectada de recaudar $950,000 USD en tan solo ocho horas.

¿Cuál es la ventaja del crowdfunding? Satisfacción garantizada, claro, en caso de que se logre cubrir el monto necesario para iniciar producción. Aquellos que aportan una cierta cantidad de dinero se hacen acreedores a diversos beneficios, desde una mención en los créditos de la pequeña empresa, pasando por la adquisición temprana del producto a desarrollar y llegando hasta un pequeño papel en el caso de las películas o un paquete de ventajas que difícilmente es otorgado por la empresa fabricante de cualquier gadget popular.

Esto quiere decir que estamos en el nacimiento de una nueva manera de comercializar los productos y que, de hecho, nosotros mismos nos convertimos en una clase de inversionista que, a pesar de no contar con beneficios dentro de la empresa en caso de que se vuelva existosa, si tiene participación en tal vez la parte más complicada del proceso: la difusión e inicio de producción de aquello que se esté apoyando.

¿Hasta dónde llegará el crowdfunding? No lo sabemos. Por el momento, se está convirtiendo en una de las soluciones más populares para apoyar causas como la del Centro Robert F. Kennedy que, echando mano de la fama y reputación de personalidades en diversos ámbitos, están logrando una recaudación de fondos inusitada. En el caso Tim Cook, es obvio que cualquiera querría lograr una cita para hablar de negocios con el dirigente de Apple, si bien no necesariamente para lograr una sociedad, sí para comparar ideas y pedir consejos de cómo ser un empresario exitoso.

Seguramente el modelo tradicional seguirá por mucho tiempo. Sin embargo, la recaudación de fondos por parte de los usuarios finales está echando a andar proyectos que tal vez no habrían visto la luz de no ser por ellos y, ahora, su participación no necesariamente se queda al nivel de firmar hojas de petición.

Deja tu comentario

Nuevo

  • Nuevo

  • Trending

  • Lo Mejor

Subir
Advertising