Nvidia tiene las llaves del automóvil del futuro

Ya no sólo se trata de tecnología para videojuegos, la compañía está diversificando la utilidad de sus chips gráficos

Para que un automóvil sea verdaderamente inteligente y autónomo, no sólo necesita sensores precisos como los que Audi está instalando en sus modelos más novedosos y, a decir verdad, tampoco es suficiente con los datos de geolocalización que usa el sofisticado prototipo de Google; desde la perspectiva de Nvidia, hace falta un sistema de análisis sumamente avanzado, capaz de detectar con certeza todos los objetos relevantes que hay en la proximidad del vehículo. En CES 2015 quedó claro que Nvidia, que hasta hace algunos años sólo era reconocido por sus tarjetas gráficas —con enfoque especializado en videojuegos—, está decidido en revolucionar el panorama del automovilismo comercial, con un conjunto de soluciones que mejoran considerablemente la experiencia de manejo y sirven para construir el automóvil del futuro.

Lo interesante es que ese futuro está más cerca de lo que imaginábamos…

“Pronto habrá más poder en un automóvil, que cualquier tecnología que utilices ahora” —Jen-Hsun Huang, director general de Nvidia

Con el nombre ADAS (siglas en inglés para Sistema de Asistencia para Conducción Avanzada), Nvidia propone comenzar su revolución al hacer el manejo automovilístico más seguro, aunque sin necesidad de que el conductor tenga que involucrarse. Desde una lectura precisa de cada señalamiento en el camino hasta la detección dinámica y en tiempo real de los objetos en movimiento —dígase personas, bicicletas u otros vehículos—, el sistema cataloga todo para que una inteligencia artificial lo compare con su base de datos y ofrezca una respuesta al instante. Por ejemplo, si la trayectoria de una bicicleta va en curso de colisión con el automóvil,el sistema reducirá la velocidad de manera automática, pero si la bicicleta se detiene, el acelerador volverá a la normalidad. Las posibilidades son muchas y, por el momento, Nvidia todavía no ha explorado todas; sin embargo, el director general, Jen-Hsun Huang, asegura que pronto veremos la integración de esas tecnologías en numerosos modelos de varias marcas de automóviles.

Y es que el costo de fabricación de este sistema es sumamente barato para las compañías automotrices, ya que combina un radar de gran alcance sin importar la hora del día, numerosos sensores ultrasonido y varias cámaras de alta precisión. Aunque cada detector trabaja de manera independiente, todos están conectados al corazón que diseñó Nvidia: un chipset Tegra X1. Esta nueva variante de la familia Tegra no sólo, es por mucho, la más poderosa (procesa hasta 1 teraflop de datos, mientras que otros CPU para dispositivos móviles están muy debajo de ese número), también cuenta con una arquitectura especialmente diseñada para la industria de los automóviles, pues mucha de su programación facilita la integración de apps especializadas en geolocalización, incluyendo Waze, HERE Maps y Google Maps. En pocas palabras, el objetivo de Nvidia no es crear una plataforma independiente y exclusiva, sino convertir su solución en el estándar definitivo. Claro, para eso Nvidia tendrá que superar los esfuerzos de CarPlay y Android Auto, además de otros sistemas de infotaiment, lo que no será sencillo si consideramos que comienzan a crearse alianzas entre desarrolladores y fabricantes.

Lo importante es que Nvidia parece llevar la delantera y eso también incluye el componente gráfico. Mientras que Drive PX es el cerebro virtual de Nvidia para los automóviles, Drive CX es la interfaz y a diferencia de otros entornos visuales, tiene gran flexibilidad para personalizar la apariencia. De inicio, luce como una plantilla para el tablero (muy al estilo de los skins de Winamp), pero además de la textura, será posible ajustar otros elementos, ya sea con fines informativos o estéticos. Un ejemplo práctico que combina el sistema inteligente de Nvidia con su interfaz, es que el acelerómetro muestra indicadores de color para la velocidad —verde si es seguro, rojo cuando es peligroso— dependiendo de los señalamientos que haya en el camino, así siempre estaremos conscientes de cuál es el límite en el tramo que estamos conduciendo.

Por supuesto, antes de convencernos de usar su tecnología para automóviles, Nvidia necesita vender el concepto a los fabricantes, pues son ellos quienes decidirán con quién alinearse: Google, Apple, Linux, Parrot, Microsoft, etcétera. La ventaja es que Audi ya está comprometido con la visión de Nvidia. No obstante, hará falta mucha dedicación para que Nvidia cumpla su meta final: apoderarse de las llaves del automóvil del futuro o, al menos, una de las que hay en el llavero.

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