15 tecnologías que podrían dar forma al futuro

Presentamos una lista con los avances más prometedores de la ciencia

5. Medicina personalizada y biología sintética

Como lo mencionamos antes, la impresión 3D no se limita a piezas de plástico y su uso a nivel médico parece prometedor, al grado de brindarnos la posibilidad de crear órganos a la medida así como nuevos medicamentos individualizados y fabricados según las necesidades de cada paciente. Esto es especialmente cierto en el caso del cáncer, pues es posible diseñar diferentes organismos que ataquen las células que crecen fuera de control a la vez que se respeta el desarrollo de las que se comportan con normalidad. Actualmente, las compañías farmacéuticas centran su atención en elaborar medicamentos en masa que sean consumidos por el público en general, mientras que la biología sintética pone especial énfasis en las características peculiares del cuerpo de cada usuario.

4. Redes de conocimiento para robots

Rapyuta: RoboEarth es una red mundial exclusiva para robots diseñada con el propósito de facilitar la comunicación entre autómatas, pues les concede compartir su conocimiento mediante la nube. Esto tiene un sinfín de ventajas: permite a todos los robots del mundo tener acceso a información generada por otros de su especie, lo que resultaría en la primera mente colectiva robótica. Una de las principales ventajas de esta tecnología es que libera a las máquinas de una importante carga de hardware, pues el procesamiento de información se hace directamente en la nube, así, los robots únicamente necesitarían unidades de procesamiento básicas y una conexión permanente a la red. A pesar de que Rapyuta suena como a Skynet de la película Terminator y causa temor a ciertas personas, lo cierto es que podría revolucionar el mundo de la cibernética y llevarlo a un nivel mucho más elevado.

3. Inteligencia artificial

Durante años, el ser humano ha perfeccionado los sistemas de inteligencia artificial (IA) a un grado sorprendente. En 1997, la computadora Deep Blue venció al campeón en ajedrez Gary Kasparov, suceso que situó a la IA en el mapa para muchas personas en el mundo. Esta tecnología ha crecido exponencialmente desde entonces, al grado de alcanzar la inteligencia superior a la de un niño de 4 años, por supuesto, en tareas muy específicas. Hoy, compañías como Vicarious tienen planes muy ambiciosos para la IA, pues esperan traducir la estructura de la neocorteza cerebral (una parte del cerebro que controla la visión, el cuerpo, entiende el lenguaje y hace cálculos) a código computacional; de alcanzar el objetivo, la organización lograría crear una computadora que piensa como una persona. Esta tecnología, aunada a la red de conocimiento robótico que mencionamos anteriormente, podría transformar bruscamente el panorama de nuestra sociedad.

2. Computación cuántica

Este tipo de computación usa los fenómenos de la mecánica cuántica, como la superposición y el entrelazamiento, para procesar largas cantidades de datos. Explicar su funcionamiento es un verdadero dolor de cabeza debido a que, a diferencia de las computadoras convencionales que sólo usan el 0 y el 1, una computación cuántica ―a grandes rasgos― emplea una secuencia de qbits (el equivalente cuántico de un bit) capaces de representar el 0, el 1 y una superposición de ambos al mismo tiempo, en un proceso sumamente complejo. En teoría, esta tecnología permitiría acelerar millones de veces la cantidad de datos que podemos procesar actualmente con la computación tradicional, ya que el procesador busca entre casi una infinidad de posibilidades para determinar la menor cantidad de energía necesaria para formar relaciones que contribuyan a codificar la solución a problemas muy complejos.

1. Nanoimpresión 3D

A pesar de que ya existen técnicas de impresión 3D a microescala, como la polimerización de 2 fotones, los usos prácticos de esta tecnología se limitan al campo de la eficiencia de componentes computacionales. Aunque esto es importante, el futuro de esta tecnología podría cambiar por completo a la humanidad, pues sería posible imprimir diversos componentes a nivel molecular mediante elementos químicos puros. Esto significa que en el futuro no estaríamos limitados a imprimir plásticos o metales, sino que podríamos crear materia orgánica, como frutas o verduras, así como vidrio, tela, dulces y demás cuerpos. Por supuesto, la creación sintética de este tipo de materiales cambiaría nuestro planeta por completo, pues por primera vez colocaría a la humanidad en un medio de recursos ilimitados. Evidentemente esta tecnología se encuentra a años e incluso décadas en el futuro y a pesar de ello representa una posibilidad factible si se tienen en cuenta las ventajas presentes de la manufactura aditiva.

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