John Howell, profesor de física de la Universidad de Rochester en Nueva York, en compañía de sus hijo Benjamin, de 14 años, desarrolló un dispositivo al que se ha llamado “capa de invisibilidad.” Para su construcción necesitó sólo $150 USD para comprar los componentes, sin necesidad de emplear metamateriales (material artificial con propiedades electromagnéticas inusuales) o sustancias sintéticas que logren el efecto de desvanecimiento de objetos.
El avance tecnológico del catedrático consta de 3 dispositivos distintos que aprovechan las características de los espejos como medio para ocultar el espectro óptico al ojo humano. Los espejos y lentes convencionales logran un efecto que desvía la luz alrededor de la región del espacio que se quiere ocultar, una técnica comúnmente usada en actos de magia.
El físico comentó que es posible adaptar el invento para ocultar cosas de gran tamaño. Sin embargo, el único inconveniente es que el efecto visual es unidireccional, es decir, no oculta totalmente al objeto o la persona de todas las direcciones en las que el observador desee moverse. A pesar de esto, su creación podría camuflar satélites espías, lo cual serviría para fines militares.
En la Universidad de Austin, Texas, ya se había desarrollado una supuesta capa de invisibilidad con metamateriales, la cual logró ocultar objetos pequeños en todas las direcciones desde las que se les pueda observar. Asimismo, investigadores de la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, crearon otra con este tipo de materiales por medio de una impresora 3D.
Si bien la serie de novelas de Harry Potter revivió el deseo de fabricar "capas de invisibilidad", estos productos no son capas en sí, pues están conformados de materiales que, de acuerdo con el orden en el que están dispuestos, crean ciertos efectos ópticos. Sin embargo, estos avances nos acercan al desarrollo de una técnica más depurada para ocultar objetos.
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