Cuando hablamos de realidad virtual, lo primero que nos viene a la mente es entretenimiento y videojuegos; sin embargo, no debemos olvidar que esta tecnología puede ser utilizada con motivos educativos y de salud. La VR ha demostrado tener efectos reales y medibles en las personas; de hecho, un desarrollador la ha utilizado para tratar su propia diplopía (enfermedad causante de la visión doble).
La revista Popular Science formuló una pregunta interesante: ¿La realidad virtual puede provocar trastorno por estrés postraumático? La respuesta simple es que probablemente no sea así, pero la tecnología ha servido para tratar este padecimiento.
Un proyecto de la Universidad del Sur de California llamado Virtual Reality Exposure Therapy (Terapia de Exposición a la Realidad Virtual) ha usado esta tecnología como tratamiento alternativo desde 2005. El procedimiento es tan efectivo que lo han probado más de 60 instituciones, incluidas bases militares, centros universitarios y hospitales. El tratamiento permite a los terapeutas recrear una experiencia traumática en un ambiente controlado y estudiar las reacciones del paciente, para posteriormente ayudarlo a superar el padecimiento paulatinamente.
Algunos investigadores creen que este método también podría utilizarse para prevenir traumas, por lo que buscan adaptarlo a programas de entrenamiento para el diagnóstico de la resistencia al estrés y el estrés postraumático.
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