El Audi 50, el primer mini auto alemán, se lanzó al mercado en 1974, poco después del inicio de la crisis del petróleo en 1973. Su consumo de combustible era económico y su diseño pionero: tracción a las ruedas delanteras con motor transversal, un hatchback de dos puertas con un maletero grande y respaldo abatible, dimensiones externas compactas y gran sensación de manejo.
Además, el Audi 50 fue el molde para el VW Polo, estructuralmente casi idéntico, que se lanzó siete meses después, aprovechando las sinergias dentro del Grupo Volkswagen, lo que ya era una receta para el éxito hace medio siglo.
La clave del éxito fue el motor transversal, ya que permitió a los ingenieros de Ingolstadt diseñar un coche con un interior relativamente grande a pesar de su longitud total de 3.49 metros. Se lanzaron dos versiones del “mini Audi”, con un peso de 685 kilogramos: el Audi 50 LS de 50 hp y el Audi 50 GL de 60 hp, ambos con motor de 1.1 litros. El Audi 50 LS alcanzaba una velocidad máxima de 142 km/h, mientras que el Audi 50 GL alcanzaba una velocidad máxima de 152 km/h.
El equipo de Ingolstadt presentó el Audi 50 a los medios internacionales en Cerdeña en el verano de 1974. Llegó a los concesionarios por primera vez el 26 de octubre. El Audi 50 LS tenía un precio de 8,195 marcos alemanes y el Audi 50 GL de 8,510 marcos alemanes. Hasta el 31 de marzo de 1975, exactamente 43,002 unidades del Audi 50 habían salido de las líneas de montaje en Wolfsburg. La producción del Audi 50 cesó en el verano de 1978, momento en el que se habían construido 180,828 modelos.
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