Investigadores del Korea Advanced Institute of Science and Technology ( Instituto de Ciencia y Tecnología Avanzados de Corea), desarrollaron un parche cutáneo que transforma el calor humano en energía eléctrica. Anteriormente, el KAIST (por sus siglas en inglés) creó dispositivos con esa propiedad, pero ésta es la primera vez que la tecnología se implementa en un objeto delgado y flexible, lo que amplía sus aplicaciones potenciales.
El parche está formado por fibras de vidrio entretejidas, las cuales le confieren resistencia, ligereza y la capacidad sufrir deformaciones reversibles. Cuenta con una pasta térmica especial que transforma el calor en corriente eléctrica, a partir de la diferencia de temperaturas entre el ambiente y una superficie.
De acuerdo con sus creadores, teóricamente podría utilizarse en vehículos, equipos industriales y cualquier otro sistema que libere energía al medio. Debido a su tamaño, su principal uso podría estar en la vestimenta inteligente o en su adaptación a dispositivos portátiles, los cuales podrían energizarse gracias al calor corporal. Sin embargo, los científicos del KAIST señalan que, por el momento, es imposible construir un electrónico de uso personal que dependa exclusivamente del parche, pero esperan que su investigación los dirija hacia ese resultado.
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