Ya que el polvo se ha asentado y que han pasado varios días desde la presentación del Galaxy S4 de Samsung, creo que es pertinente hablar del evento en si. De los actos a lo Broadway, de los actores y los invitados especiales. Y de la reacción que todo ello provocó.
Creo que es justo decir que, en general, los medios no tomaron muy bien la presentación que se hizo del nuevo punta de lanza de Samsung. “Infantil, innecesario y de mal gusto” es lo que se ha repetido una y otra vez acerca lo que sucedió en el Radio City Music Hall en Nueva York.
Para quien no lo haya visto en su momento, el resumen es este: a través de números musicales, pequeños sketches actuados y presentaciones grandilocuentes carentes de especificaciones tremendamente técnicas, el Galaxy S4 fue presentado al mundo en general. Lo importante de la aseveración anterior es “en general”.
La promoción que se hizo alrededor del evento en Nueva York fue, por lo menos, salvaje. Los anuncios en televisión se venían sucediendo desde el Super Bowl, uno de los escaparates más grandes del planeta. Luego, los característicos anuncios previos que aparecieron tanto en línea como en TV siguieron aumentando su intensidad, para culminar con vallas enormes en Times Square, uno de los puntos más recorridos en Estados Unidos, con 1.6 millones de personas yendo y viniendo a lo largo de cada día.
Además, la presentación fue puesta a disposición de cualquiera con una conexión a Internet a través de YouTube y en la propia Times Square se colocaron pantallas y lugares para sentarse a presenciarla. De nuevo, televisión, anuncios en zonas de alto tráfico y proyección en línea de acceso público ¿Notan el patrón?
Esta presentación no fue para los medios.
Estados Unidos es el país en el que a Apple le va mejor que en el resto del mundo. La situación tiene varias razones, desde un mayor poder adquisitivo, la facilidad de entrar a una Apple Store física y salir caminando con un par de iGadgets hasta las campañas mercadológicas que son creadas y difundidas para el público estadounidense. De esa manera, Samsung tomó una posición importante frente a Apple al realizar su evento en la ciudad más famosa y diversa de Estados Unidos. Y el plan es simple: recordarle a los estadounidenses que ellos también tienen productos destinados para ellos.
La situación puede sonar ajena en el resto de América, en donde Samsung ha estado incrementando su presencia cada vez más y en donde un iPhone se sigue considerando un artículo de lujo y algo prohibitivo. Pero es Estados Unidos en donde la empresa tiene que dejar una huella, tiene que hacer mostrar su presencia y crear una necesidad. Y esa necesidad tiene que estar centrada en los consumidores y no en nosotros, los malvados integrantes de los medios.
No quiero decir, con esto, que la presentación me haya gustado. Siendo honesto, en más de una ocasión quise no estar presenciándola y hubo momentos en los que sentí lo que los clásicos llaman “pena ajena”. Claro, después recordé que el Unpacked del Galaxy Note II también tuvo un tema, la magia. Y en esa ocasión nadie se quejó demasiado, a pesar de que hubo ilusionistas en el escenario y todo tenía un tono circense.
Deja tu comentario