Ciencia

Cómo afecta la corrupción a la crisis ambiental de la ciudad de México

Nunca nada cambiará si seguimos alimentando la corrupción

El 15 de marzo de este año, será recordado como el punto más alto de la peor crisis ambiental que se ha vivido en la ciudad de México en la última década. La nata de contaminación que cubre la ciudad se observó particularmente gris y mantuvo su tóxico espesor durante 2 días completos.

El gobierno mexicano tardó 2 semanas en ofrecer una solución al problema y ha sido tema de crítica en los medios internacionales. Martín Gutiérrez Lacayo, coordinador ejecutivo de la Comisión Ambiental de la Megalópolis anunció que se implementaría el doble “Hoy No Circula”, un programa que fue introducido por primera vez en 1989 y se suponía ser algo temporal.

El gobierno había abandonado el programa previamente, debido a su probada ineficiéncia y la decisión de retomarla no ha sido muy bienvenida por los residentes de la ciudad, ya que no resuelve el problema y sólo complica las cosas para los ciudadanos.

Pero el mayor problema con los esfuerzos por controlar la contaminación de la ciudad de México reside en las instituciones gubernamentales y en cómo los intereses privados pueden pervertir la intención de programas como el “Hoy no circula”.

Resultados contraproducentes

Uno de los mayores problemas para la Ciudad de México es su ubicación geográfica. El valle de la ciudad se encuentra rodeado de montañas, lo cual no ayuda en términos de contaminación, ya que actúan como paredes que ayudan a mantener encerrado el aire contaminado. El hecho de que la ciudad está habitada por más de 21 millones de personas de los cuales, 5.5 millones utilizan automóviles diariamente, sólo empeora la situación.

Cuando el programa “Hoy no circula” entró en vigor por primera vez, se estipulaba que cada auto se mantuviera fuera de circulación 1 día a la semana. Esto se determina por las placas de los automóviles. El programa no sólo no resolvió el problema, sino que debido a estas medidas los ciudadanos decidieron comprar un segundo coche, por lo general más viejo y barato, en vez de una opción eco amigable, empeorando la condición de la contaminación.

En 1997, el programa fue modificado para estimular la industria automovilística mexicana. Desde ese año en adelante, los vehículos manufacturados en los 8 años anteriores podrían quedar exentos del “Hoy no circula” siempre y cuando pasaran una prueba de emisiones 2 veces al año (la verificación).

Casi 2 décadas después, los datos de contaminación reportados por la Dirección de Monitoreo Atmosférico alcanzaron niveles alarmantes.

Con la implementación del doble “Hoy no circula”, las autoridades mexicanas han alentado el uso de transporte público como una alternativa al uso del automóvil. Sin embargo, como todos los mexicanos sabemos, el transporte público no es una opción efectiva, práctica ni segura para moverse en la ciudad, sobre todo si pretendes llegar a tiempo a tu trabajo.

De acuerdo con el World Economic Forum, México se encuentra en el 2.° lugar de países latinoamericanos con el sistema de transporte más peligroso para mujeres. Para que los ciudadanos pudieran considerar el transporte público como una opción segura y viable, primero deberían de implementarse medidas de seguridad funcionales.

Desde el regreso del “Hoy no circula”, se han publicado declaraciones de investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México y Greenpeace, afirmando que las restricciones establecidas de movilidad vehicular no presentan una respuesta sustentable para reducir los problemas ambientales de la ciudad. Tal y como pasó cuando el gobierno introdujo por primera vez el “Hoy no circula”, los ciudadanos tienen nuevamente una razón para comprar otro auto para no verse afectados por estas restricciones.

Mientras tanto, las personas que han hecho sacrificios financieros para comprar autos eco amigables y así bajar sus emisiones de carbono, tienen las mismas restricciones que aquellos que poseen un auto más contaminante.

Los efectos ambientales de la corrupción institucional

Hasta el momento se ha discutido mucho sobre que se puede hacer para frenar la contaminación ambiental de la ciudad, sin embargo, cualquier solución que sea propuesta no cumplirá su cometido a menos de que el problema de corrupción institucional no sea enfrentado directamente.

La corrupción institucional debilita los esfuerzos para manejar la crisis ambiental de varias maneras:

Sobornos en los verificentros: Una de las claves del incremento de la contaminación, son las emisiones de vehículos viejos. Es bien sabido que los propietarios sobornan a los encargados del verificentro para que sus automóviles pasen la prueba de verificación (¿con brinco o sin brinco, güera?).

Autobuses de transporte público pertenecientes a empresas privadas: Los propietarios de los viejos y altamente contaminantes autobuses del transporte público de la ciudad cuentan con poderosas “palancas” políticas. En consecuencia, los autobuses “públicos” no están regulados y no cuentan con restricciones sobre sus emisiones de carbono. Los propietarios de los autobuses llevan años manteniendo acuerdos ilegales con las autoridades para poder actuar libremente sin ser afectados por las restricciones.

La norma oficial 044 (NOM-044) fue presentada por primera vez en 2009 y con ella se pudieron haber regulado las emisiones de vehículos pesados, pero fue retrasada sin ninguna explicación lógica. Sin la aplicación de las medidas de regulación, los operadores de autobuses seguirán contaminando la ciudad impunemente.

El nuevo reglamento de tránsito: En Diciembre de 2015 entró en vigor el nuevo reglamento de tránsito, en el cual los límites de velocidad han sido reducidos con la finalidad de disminuir los contaminantes del aire. Investigadores de la UNAM afirman que los nuevos límites de velocidad provocan un incremento en el consumo de gasolina y los tiempos de traslados son más largos, haciendo que los autos pasen más tiempo contaminando la ciudad.

La empresa mexicana Autotraffic fue la encargada de instalar los radares de velocidad, los cuales tienen como objetivo generar 150,000 multas mensualmente. A través de un acuerdo con el gobierno, Autotraffic recibirá 46% del total de los ingresos públicos obtenidos de las multas. Esto es un claro ejemplo de cómo las soluciones propuestas para resolver la crisis ambiental recaen sobre los ciudadanos comunes, mientras que el gobierno continúa preocupándose únicamente por los intereses de sus negocios privados.

Malversación de recursos públicos: Los esfuerzos por proveer un nuevo sistema de transporte público han sido impactados negativamente por practicas corruptas. El ejemplo más reciente de esto es la línea 12 del metro que fue inaugurada en 2012 y que podría transportar a más de 400,000 personas al día. En menos de 2 años desde su apertura, tuvo que ser clausurada debido a irregularidades estructurales que ponían en peligro a los usuarios. El costo total de la construcción de esta línea fue de $1.5 billones de dólares, 70% más del presupuesto original. Enrique Horcasitas, el ex director del proyecto se dió a la fuga. Se le acusa de autorizar pagos a una compañía privada por trabajos de construcción que nunca se realizaron.

Los residentes de la ciudad de México y las autoridades gubernamentales enfrentan una inminente pregunta sobre los acontecimientos recientes: ¿Las iniciativas actuales que limitan la presencia de automóviles en las calles, es realmente una solución efectiva para combatir la contaminación? ciertamente parece que no. Para que exista un cambio real, se deben de tomar medidas que eliminen la corrupción que poco a poco se está acabando al país, ya que esto no sólo afecta a la población en temas de contaminación ambiental, sino en todos los demás aspectos de la vida diaria de millones de personas que se ven afectadas por estos actos despreciables, insostenibles y retrogradas.

Esto no es sólo responsabilidad del gobierno. Mientras los ciudadanos sigan dando mordidas, permitiendo actos de corrupción sin denunciar y sin entender que al hacer lo fácil en lugar de lo correcto, estamos hundiendo cada vez más al país y contribuyendo a que la corrupción no tenga fin, lo cual mantiene vivas las demás problemáticas con las que tenemos que lidiar todos los días.

Si quieres saber más puedes ver nuestro video El Hoy no Circula NO funciona.

Nota original en The Conversation.com

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