Todos tenemos recuerdos que quisiéramos olvidar. Seguramente puedes traer a tu mente anécdotas dolorosas, malas decisiones, vergüenzas, tristezas y más memorias que están clavadas en tu cerebro aunque no los quieras. Para todos aquellos con pasados turbulentos, la ciencia está desarrollando técnicas para editar e implantar memorias en nuestras mentes.
En el programa de televisión Memory Hackers—al aire sólo en Estados Unidos—, muchos científicos muestran la complejidad de la memoria y la capacidad científica de modificarla. Para empezar, los investigadores han aclarado que nuestras memorias no son copias fidedignas del pasado. Los recuerdos son formados por nuevas conexiones neuronales orientadas por nuestra percepción personal y cada vez que rememoramos, se altera.
“Hemos descubierto que la memoria es mucho más maleable, siempre se escribe y reescribe no sólo por nosotros, sino por otros. Estamos encontrando mecanismos que explican y hasta controlan nuestras memorias”, se explica en el programa.
Guardar una memoria es como escribir un documento en la computadora: cada vez que lo abres, tu humor, sentimientos, opinión e incluso ideas ajenas modifican la información en él. Por ejemplo, si un día te caíste y eso te hizo sentir muy avergonzado, después de recordarlo varias veces, probablemente te des cuenta de que fue gracioso; entonces, la memoria se modifica.
Al notar este mecanismo, la psicóloga Merel Kindt ha encontrado una forma de borrar la asociaciones negativas de algunas memorias. Sin alterar el recuerdo, Kindt puede cambiar el sentimiento que te genera alguna remembranza con el uso de propranolol —betabloqueante que atenúa manifestaciones de ansiedad—. Así, puede eliminar fobias y calmar las emociones negativas que vienen cuando tu mente reproduce una experiencia negativa.
Por otro lado, la psicóloga Julia Shaw está diseñando un sistema para implantar falsas memorias en la mente de las personas. Uno de sus experimentos fue hacer creer a personas que habían cometido delitos que en realidad nunca pasaron, lo cual es bastante riesgoso y una verdadera amenaza contra los sistemas de justicia.
Pero las intenciones de los científicos no son malévolas ni quieren culparte de cosas que no has hecho. El director de Memory Hackers explica que la manipulación de los recuerdos puede servir para tratar los trastornos de estrés postraumático.
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