Apple, Samsung, Sony y LG están en la mira de Amnistía Internacional, por no revisar que los insumos utilizados en sus componentes provengan de lugares que respeten los derechos humanos.
En especial, AI reporta que las empresas mencionadas se relacionan con la compra de cobalto (utilizado en las baterías) a Huayou Cobalt, empresa china dueña de las compañías de extracción en la República Democrática del Congo.
Esta empresa al parecer sí conoce las condiciones de trabajo de las subsidiarias, en las que se emplean a niños desde los 9 años y quienes trabajan jornadas de más de 12 horas, además de que no cuentan con elementos de protección básicos como mascarillas y guantes. Por si eso fuera poco, ganan el equivalente a $1 o $2 dólares por día.
La investigación conjunta de Amnistía Internacional y Afrewatch se basó en entrevistas a 87 personas que trabajan en las minas, incluyendo a 17 niños de 9 a 17 años. Ellos relatan que las condiciones deplorables los mantienen en mal estado de salud y que incluso 80 de ellos murieron tan sólo en el periodo de septiembre de 2014 a diciembre de 2015.
En el reporte publicado se dio a conocer las respuestas de algunas de las grandes empresas asociadas. Samsung SDI (la subsidiaria encargada del área de las baterías) negó tener relación directa con las empresas investigadas, aunque reconoció que la empresa que le suministra el cobalto sí tiene relación con ellas. Además admitió que no les es posible confirmar la procedencia de su cobalto.
A su vez, Apple no confirmó la relación con las empresas explotadoras, pero dijo que sí evalúa los procesos de obtención de los materiales que utiliza en su producción.
Amnistía Internacional, en cambio, considera que ninguna de las grandes empresas ha hecho suficiente para verificar la procedencia de sus materiales y las condiciones en las que operan los mineros. Por ello, ha extendido la petición a todas las empresas que hacen uso de este material para garantizar condiciones humanitarias para sus proveedores.
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