No es un secreto que los militantes de ISIS utilizan las redes sociales y las apps de mensajería para organizar sus actos de terrorismo —en especial aman Telegram, por alguna extraña razón—, pero de todas las alternativas Twitter es la que parece estarles funcionando mejor. De ahí que Anonymous organizó una campaña internacional para tratar de detenerlos.
Ante ese contexto una mujer estadounidense está demandando a los dueños de Twitter por la muerte de su esposo, Lloyd Carl Fields Jr., quien fue asesinado durante un ataque del Estado islámico en un centro de entrenamiento policiaco en la zona del Jordán. Ella dice que si Twitter no hubiera sido herramienta para ISIS, su esposo no habría muerto.
Esto es la explicación que da en los documentos de la demana:
"Durante años Twitter ha permitido abiertamente que el grupo terrorista ISIS use su red social como herramienta para distribuir propaganda extremista, recaudar fondos y atraer nuevos reclutas. Este material ha sido instrumental para el crecimiento de ISIS y le ha permitido llevar a cabo numerosos ataques terroristas."
Esta mujer, junto con un grupo muy grande de activistas que la está apoyando, dice que hay 70,000 cuentas de ISIS en Twitter, pero que los administradores de la red social no están haciendo nada para frenar al movimiento terrorista. Y para reforzar sus argumentos, la viuda puso este mensaje de ISIS como evidencia:
"No sigan provocando a los musulmanes, especialmente a los reclutas del Estado islámico y a quienes los apoyan. Mientras la agresión crece contra los musulmanes, más es nuestra determinación y venganza... con el tiempo los miles que apoyan al califato en Twitter se convertirán en lobos."
Mientras tanto los dueños de Twitter han dicho en repetidas ocasiones que no pueden involucrarse de manera tan directa en temas gubernamentales, pues su política de privacidad apoya las libertades de toda clase de usuarios y que en todo caso su compromiso es detener los actos de violencia dentro de la plataforma. Al respecto, sí han bloqueado muchos posts y cuentas de ISIS que promueven abiertamente los actos terroristas, al punto de que sus empleados recibieron numerosas amenazas de muerte por "oponerse al régimen islámico".
Los representantes de Twitter dicen que la demanda no tiene fundamento en Estados Unidos, pues la ley —la sección 230 del Edicto de Decencia en Comunicaciones— especifica que servicios como Twitter, Facebook y YouTube no son responsables por las acciones de sus usuarios.
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