No importa si los terroristas convencen a mucha gente de sumarse a su causa, hay un problema de logística con algunas de sus tácticas: sacrificar a tantos "fieles" terminará por reducir el número de militantes. Obviamente eso es más grave —para ellos—cuando mandan tantos bombarderos suicidas.
Pero a diferencia de Hamas o los talibanes, el Estado islámico suele tener un pensamiento más "sofisticado". Así que en lugar de seguir enviando gente a algunas de sus sangrientas misiones, comenzarán a mandar autos manejados por control remoto, obviamente cargados de explosivos.
El noticiero británico Sky News consiguió videos de entrenamiento de ISIS en los que se explica el método para adaptar estos vehículos y hacerlos "invisibles" ante el ojo entrenado de los militares. La idea de ISIS es que nadie se dé cuenta de que sus autos son explosivos y que están siendo controlados a distancia, así que su primer paso es usar maniquís bien caracterizados, para que den la impresión de ser una persona real.
Pero dado que el ejército y los agentes de seguridad tienen sensores infrarrojos, a ISIS se le ocurrió poner generadores de calor adentro de los maniquís. Así nadie podrá darse cuenta de que hay algo raro sino hasta que es demasiado tarde.
A pesar de que el Estado islámico no es tan ingenioso para haber inventado toda esta estrategia —porque los autos bomba a control remoto existen desde hace mucho—, su mérito de lo malévolo es haberla perfeccionado. Falta ver quién cae genuinamente ante el engaño, pero aún así es un poco perturbador el retorcido ingenio que le dan a la tecnología... aunque en realidad no hay mucha diferencia con el uso que le dan con fines bélicos.
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