Has probado mil recetas y ejercicios, has comprado tratamientos y aparatos que prometen deshacer la grasa de tu cuerpo, pero nada ha funcionado. Sin embargo, esa grasita contra la que siempre has luchado podría contener la cura de la diabetes.
Un grupo de científicos de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich en Suiza descubrió que la grasa corporal contiene muchas células madre que se pueden convertir en células beta productoras de insulina para regular la cantidad de azúcar en la sangre, mismas que a los diabéticos les hacen falta.
Para hacer esta transformación de células, primero se debe extraer la grasa mediante liposucción —no se necesita mucha— y someter las células madre a un proceso similar al que ocurre en el páncreas —donde se crean las células beta—. Esta técnica toma 4 días en completarse.
Después, se deben trasplantar las nuevas células beta al paciente diabético para que limpien su sangre. Sin embargo, esta nueva técnica no ha sido probada en humanos, se espera que las pruebas inicien en 5 años. De ser efectiva, las inyecciones diarias de insulina ya no serían necesarias.
Una ventaja de este nuevo procedimiento es que las células trasplantadas no serían rechazadas por el cuerpo como ocurre en otras técnicas. Al ser células propias y conocidas, el cuerpo las recibiría bien e iniciaría a trabajar con ellas de inmediato.
Es la primera vez que los científicos reproducen el proceso natural de células madre a células beta.
Ahora que lo sabes, valora más tu grasita y deja de odiarla.
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