La empresa británica BAE Systems confirmó el éxito de las pruebas de desempeño del Tarantis, el dron de vigilancia más adelantado en su tipo. La aeronave, que toma su nombre del dios celta del trueno, requirió una inversión de $303.3 MDD y cerca de 1.5 millones de horas hombre para ser concluida.
El Tarantis puede controlarse mediante un operador humano o funcionar de manera autónoma. De extremo a extremo, sus alas promedian 10 metros, y a lo largo, la aeronave mide cerca de 12 metros (eso la hace tan grande como un autobús de pasajeros).
La función principal del Tarantis es llevar a cabo tareas de vigilancia durante varias horas, sin ser detectado. Cuenta con numerosos sensores y cámaras dirigidos hacia la superficie terrestre para permanecer al tanto de lo que sucede y enviar información a su centro de comando en tiempo real.
Aunque BAE Systems no fue específico sobre los sistemas de defensa con los que está equipado, el Tarantis tiene la capacidad de abatir objetos en el aire, una función que podría aprovecharse en guerras futuras.
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