Tecnología

¿Estamos ante el fin de las generaciones de consolas?

La industria de los videojuegos podría cambiar a un modelo de actualización constante

Desde que la industria de los videojuegos se formalizó, las consolas han avanzado en grandes saltos evolutivos a los que llamamos “generaciones”. Los cambios de generación son muy notorios por la importante modificación tecnológica que suponen: las consolas pasaron de los 8 a los 16 bits, y de la arquitectura 32X a 64X, por ejemplo. El Xbox 360 y el PS3 fueron séptima generación, y actualmente, con el Xbox One y el PS4, se encuentra vigente la octava. Sin embargo, la presentación de Project Scorpio por parte de Microsoft en E3 2016 podría representar el fin de las generaciones de consolas como las conocemos.

Estos saltos (que ocurren aproximadamente cada 4 a 8 años) son reconocibles por un importante cambio en el diseño y la potencia de las consolas y, por ende, en la posibilidad que tienen los desarrolladores de crear juegos cada vez más complejos y avanzados. No obstante, Project Scorpio ha puesto a toda la industria en una total incertidumbre: ¿es solo una consola más potente o es un cambio generacional?

¿Cómo saber si es un cambio generacional?
¿Cómo saber si es un cambio generacional?

Desde hace ya algunas generaciones, los fabricantes han creado varios modelos de la misma consola, aunque con algunas mejoras. Así, ya es común ver que después de algunos años salga la versión Slim del PS4 o un Xbox con más espacio de almacenamiento. No obstante, nunca había ocurrido que se presentara una consola de “la misma generación”, pero visiblemente más poderosa. Project Scorpio promete entregar una experiencia totalmente nueva para los consumidores, con un framerate más estable, la visualización de contenido en 4K y, por supuesto, la posibilidad de usar dispositivos de realidad virtual sin problema alguno. Por otro lado, aunque no se presentó en el E3, está confirmado que Sony también está trabajando en su PS4 mejorado —conocido coloquialmente como PS4 Neo—.

Ahora bien, ¿esto es bueno o malo? De primeras, parece una situación en la que todos ganan. Phil Spencer de Microsoft aseguró que Project Scorpio de ninguna manera dejará a los gamers actuales de lado, pues confirmó que cualquier juego que sea desarrollado tendrá que estar disponible tanto para la nueva consola como para el modelo estándar. Sin embargo, Project Scorpio pone un nuevo elemento sobre la mesa. Antes, sin importar cuánto decidieras gastar en los videojuegos, era seguro que todos los gamers tendrían el mismo rendimiento. Sí, podías ser millonario y tener decenas de juegos, pero en tu consola correrían igual y se verían igual que en la consola de aquella persona que se esforzó para comprar su Xbox. Ahora, literalmente, el que decida pagar más dinero tendrá una experiencia más completa y agradable.

Ahora, el que más paga, más tiene
Ahora, el que más paga, más tiene

Además de esto, ¿qué asegura que algunos juegos no terminarán por ser exclusivos del nuevo Xbox? Este escenario ya empezó a suceder con Nintendo, pues aunque el New 3DS porte el mismo nombre que su antecesor, ya tiene juegos exclusivos, pues son tan complejos que “no pueden correr” en modelos anteriores de la consola portátil. Prometer es muy fácil. Ahora Microsoft tiene la responsabilidad de no abandonar a sus usuarios más fieles.

Este nuevo sistema de actualización de consolas es aún una incógnita, pero desgraciadamente se parece demasiado al modelo de los smartphones y tabletas. En lugar de realizar grandes cambios generacionales, los celulares evolucionan un poquito cada año, y con eso es suficiente para que millones de personas realicen cambios de equipos cada 365 días. Para el capitalismo, este modelo es la gallina de los huevos de oro. Si Project Scorpio tiene mucho éxito, este nuevo modelo podría ser demasiado tentador para las personas que controlan la industria de los videojuegos. En unos años podría suceder que puedas comprar el modelo básico de una consola, después el modelo S y luego el modelo S Plus. Este sistema de actualización constante sería muy lucrativo para las empresas y terrible para los gamers. Además del “el que más gasta más tiene”, el abandono del soporte para modelos viejos (muchas veces con apenas 1 o 2 años de existencia) sería un escenario bastante plausible.

¿Te imaginas poder elegir entre el Xbox One, Xbox One S y Xbox One S Plus?
¿Te imaginas poder elegir entre el Xbox One, Xbox One S y Xbox One S Plus?

Sin embargo, aún no hay por qué alarmarse. Este modelo funciona en los celulares debido a que muchas personas están atadas a un plan de telefonía, el cual les permite cambiar de celular cada par de años gracias a una no muy cara renta mensual. Por otro lado, la mayoría de las consolas se venden al contado, por lo que el sistema no funcionaría tan bien. Otro ejemplo de un modelo parecido es el de las PC Gamer: los usuarios están acostumbrados a cambiar uno que otro componente cada año para mantenerlas vigentes. Esto es imposible en una consola de sobremesa, pues son máquinas selladas y es improbable que un usuario quiera o pueda pagar $400-500 dólares anualmente por la consola entera solo para estar a la vanguardia.

Aún no se sabe si la revelación de Project Scorpio es un intento de Microsoft para finalmente tener una consola más poderosa que Sony, para mantenerse a la vanguardia con la llegada del 4K y sus demandas o es netamente un cambio en el paradigma de las generaciones de consolas.

La evolución tecnológica siempre es bienvenida. El problema es cuando ocurre a costa del bienestar de los consumidores. Hay que cruzar los dedos para que la llegada de Project Scorpio y el PS4 Neo no genere una dinámica de gasto anual “obligado” si es que quieres disfrutar de los videojuegos al máximo.

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