Recientemente publicamos que Uber había mandado un correo de disculpa a algunos de sus usuarios en Nueva York, lamentándose por haber quedado cortos en su intento por dar prioridad a las necesidades de sus pasajeros, conductores y empleados. Sin embargo, Susan Fowler, la exempleada cuya denuncia pública por acoso sexual inició uno de los capítulos más oscuros en la historia de Uber, no está convencida.
En el correo enviado a los clientes, Uber citó el reporte con recomendaciones, proveniente de la investigación sobre acoso sexual, y de las medidas que tomará a partir de él, entre las que se encuentra la ausencia temporal del CEO de Uber, Travis Kalanick. Fowler, por su parte, asegura que todo esto es una mentira. “Es un show, se trata solo de apariencias. Lo que sea que se necesite para recuperar a los usuarios de la competencia, ¿verdad?”, declaró Fowler en Twitter.
Y, quizás tenga un punto, ya que Uber se encuentra actualmente luchando en varios frentes. Primero defendiéndose de una demanda en la que se le acusa de robar tecnología de Waymo, enfrentando una demanda de una usuaria que fue violada por un conductor de Uber en la India y cuya información privada fue obtenida y manipulada de manera ilegal por la compañía, hasta la reciente renuncia de uno de los miembros del concejo de Uber, quien interrumpió una junta sobre las consecuencias del sexismo con un comentario sexista. Uber no tiene una buena imagen pública y su competencia lo ha aprovechado para reforzar su negocio y afianzar alianzas, como la que Lyft acaba de firmar con Land Rover, después de recaudar otros $25 millones de dólares en financiamiento.
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