Con información de: Microsoft
En 2013 a Microsoft se le ocurrió que sería una excelente idea adquirir una moribunda Nokia, específicamente su división llamada Devices & Services, que es la encargada de hardware y algunas patentes. La transacción costó $5 MMDD aproximadamente, y con ello, heredaron problemas, ya que en la transacción también venía incluido capital humano, nada más y nada menos que 32000 empleados. Hoy el presidente ejecutivo de Microsoft, Satya Nadella, aceptó que hicieron una mala inversión y con ello también anunció el despido masivo de casi 8000 empleados.
La expectativa era grande debido a que Nokia iba a potenciar la marca Windows Phone y posicionarla como la tercera plataforma móvil, al lado de iOS y Android. Esto no fue sido así y Satya Nadella tuvo que tomar una decisión difícil para continuar con la estrategia. En un comunicado a su plantilla de empleados, Nadella aseguró que vendría una reestructuración de la división móvil; ahora se va enfocar en tener un catálogo de smartphones más compacto y centrará sus esfuerzos en desarrollar e innovar a través de software y servicios.
El anuncio se presenta cerca de la conferencia en la que Microsoft anunciarán resultados financieros —el próximo 21 de julio—, donde conoceremos información más detallada sobre las pérdidas generadas. Parece que el único beneficiado con la transacción ha sido Steven Elop, que por cierto, abandonó el barco en Microsoft.
Windows Phone 10 podría llegar en septiembre, lo que casi coincide con la IFA2015 y seguramente veremos una parte de la nueva estrategia móvil de Microsoft. Ni modo, así son los negocios Microsoft, habrá que felicitar a Satya Nadella por no aferrarse a algo que no funciona.
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