Hace tan sólo un mes, Facebook estuvo en boca de todos gracias a la multimillonaria adquisición del servicio de mensajería instantánea WhatsApp. Esta semana, Mark Zuckerberg volvió a salir de compras y en esta ocasión pagó $2000 MDD en efectivo y acciones para convertirse en el dueño de Oculus VR. Esta pequeña empresa saltó a la fama cuando presentó un prototipo de visor de realidad virtual llamado Oculus Rift, el cual logró recaudar cerca de $2.5 MDD en Kickstarter, plataforma de crowdfunding.
Rift se posicionó rápidamente como uno de los proyectos independientes más queridos y esperados por la comunidad mundial gamer. La empresa entregó en forma y tiempo los primeros equipos de desarrollo y fue así como, de manera acelerada, los desarrolladores comenzaron a entusiasmarse y crear juegos y otras aplicaciones para el visor de realidad virtual. Una de las empresas más interesadas en el proyecto de Oculus VR es Valve, la cual desde el inicio apoyó a la compañía en el desarrollo de su tecnología, e incluso mencionó que Rift y la realidad virtual son el futuro de los videojuegos y la industria del entretenimiento en general.
Claro que la combinación de videojuegos con realidad virtual suena interesante. Desde hace años, muchos hemos soñado con vivir una verdadera experiencia de completa inmersión en el mundo virtual, pero ¿por qué una red social como Facebook estaría interesada en una organización que desarrolla hardware experimental para videojuegos?
En primera instancia, la respuesta no es sencilla. De hecho, casi al momento de comunicar la nueva adquisición de Facebook, miles de patrocinadores (backers) que apoyaron a Oculus desde el inicio se sintieron traicionados y desilusionados: la empresa independiente que amaban acababa de vender su alma a uno de los gigantes de la tecnología. Es un hecho que la molestia no se debió a que Oculus haya sido adquirida por otra compañía, sino a quién lo compró. Facebook no goza de la mejor reputación entre un gran número de personas que ven a Zuckerberg y sus allegados como un grupo de codiciosos empresarios que sólo buscan engrosar sus carteras a costa de la información de los usuarios de la red social.
Si dejamos de lado los comentarios negativos y pensamos objetivamente, existen varias respuestas a la interrogante antes planteada. Basta con analizar el panorama para darnos cuenta de que las grandes corporaciones tecnológicas, como Google, Yahoo, Microsoft y Facebook, entre otras, se encuentran en una etapa de crecimiento y expansión. Este es un momento determinante para el futuro de Internet y las comunicaciones, por lo que los movimientos de estas organizaciones determinarán quién será el próximo líder de la industria.
Facebook esperaba capitalizar con el mobile gaming tal como lo hizo con los juegos sociales, como Farmville, sin embargo, los propietarios de las plataformas (iOS y Android) fueron quienes realmente se beneficiaron con la nueva corriente de videojuegos y su modelo de monetización. Es claro que Zuckerberg no desea quedarse relegado esta vez e inteligentemente decidió hacerse de uno de los proyectos más prometedores y disruptivos en la industria del entretenimiento.
Aunque Oculus Rift haya nacido por y para los gamers, no es nada descabellado pensar que sus aplicaciones irán mucho más allá de los juegos de video. La tecnología no está lista, pero pronto lo estará, y la realidad virtual podría convertirse en la siguiente plataforma de computación y comunicación. Tal como lo mencionó Zuckerberg cuando anunció que compraría Oculus VR, "después de los juegos convertiremos a Oculus en una plataforma para muchas otras experiencias. Imaginen disfrutar un juego en asientos de primera fila, aprender en un salón de clases que reúna gente y profesores de todo el mundo o tener una consulta cara a cara con tu médico sin salir de casa, sólo con colocarte un visor. Esta es realmente una nueva plataforma de comunicación. Al sentirnos presentes, podremos compartir espacios y experiencias con las personas de nuestra vida. Imaginen no sólo compartir momentos con sus amigos en línea, sino experiencias y aventuras completas."
Hace años, las computadoras llegaron para revolucionar el mundo; ahora los dispositivos móviles vuelven a rediseñar distintos aspectos de nuestras vidas, y las probabilidades de que la realidad virtual sea la nueva ola tecnológica que transforme la manera de comunicarnos y entretenernos es bastante alta. A pesar de que algunas personas no vean un futuro muy brillante en ella, hay elementos que definitivamente juegan a su favor. Basta con experimentar durante unos minutos algunas de las experiencias que han sido diseñadas para el Oculus Rift para fascinarse y dejar volar la imaginación con todas las aplicaciones que tendría la realidad virtual en nuestra vida.
También es importante poner en perspectiva la cantidad desembolsada. En realidad, Facebook sólo pagó $400 MDD en efectivo, por lo que no se descapitalizó del todo. Las acciones de la compañía se encontraban en un pico, por lo que Zuckerberg se dio el lujo de comprar una interesante y potencialmente exitosa compañía. En dado caso de que la realidad virtual no sea la siguiente maravilla tecnológica, eso no afectará a Facebook de manera considerable. Por otro lado, si resulta que Oculus Rift es todo un éxito, la empresa tendría en sus manos la gallina de los huevos de oro.
Es una realidad que la mística de la pequeña empresa independiente que surgió gracias al apoyo de la gente se perdió. Quizá eso sea algo que sí hay que lamentar, el romanticismo e idealismo que existía alrededor de Oculus VR antes de que ser adquirido por Facebook se desvaneció. No obstante, si vemos el lado bueno de las cosas, lo más probable es que el desarrollo y el perfeccionamiento de la tecnología se acelere gracias a los recursos que estarán al alcance del equipo de Oculus. Palmer Luckey, fundador de Oculus VR, escribió en reddit: "No cambiaré y cualquier modificación que ocurra en Oculus será para bien. Tendremos más libertad que antes porque Facebook apostó por el éxito de la realidad virtual a largo plazo, no espera retorno a corto plazo. Mucha gente está enojada, lo entiendo. Me sorprenderá mucho si se sienten de la misma manera dentro de un año."
Los sentimientos de odio y rechazo también salieron a relucir cuando Facebook compró Instagram en 2012. Este tipo de reacciones son comunes en nuestros días, mucha gente opina dramáticamente ante este tipo de acontecimientos sin siquiera conocer al detalle los planes que ambas partes tienen para el futuro. Hasta hoy, Instagram es la red social de compartición de imágenes por excelencia, además de que mejora muchos aspectos y ofrece nuevos servicios para las empresas.
Ya sea que la adquisición de Oculus VR haya sido un capricho de Zuckerberg o una estrategia pensada detenidamente, considero que hay que darle el beneficio de la duda a Facebook. Más que nunca, la red social compite directamente con gigantes como Google. Tanto esta compra como la de WhatsApp no pudieron llegar en mejor momento. Pienso que hay que tener fe en que esta adquisición fue para bien. Al final del día, los usuarios tenemos el poder, si el producto terminado difiere de lo que originalmente se planteó con el primer prototipo del Rift, tengan por seguro que la comunidad se encargará de desprestigiarlo. Por el momento, debemos confiar en lo que Luckey comentó y esperar a que, gracias a este nuevo movimiento la realidad virtual esté al alcance de todos por un precio justo y antes de lo esperado.
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