Uno pensaría que la NASA es una de las organizaciones que más se preocupan por su seguridad informática, debido a los petabytes de información sensible que maneja. Sin embargo, resulta que un dispositivo tan sencillo como una Raspberry Pi fue capaz de robar un montón de archivos.
Según un reporte publicado por la misma NASA (vía BBC), un hacker logró conectarse a la red de la NASA por medio de una Raspberry Pi y logró robar 500 MB de datos, exactamente 23 archivos. Aunque no se reveló exactamente qué datos fueron extraídos, se sabe que 2 de los archivos tomados trababan sobre la transferencia internacional de tecnología militar y espacial. ¿Lo peor de todo? El dispositivo estuvo conectado a la red del Jet Propulsion Lab por más de 10 meses antes de ser detectado.
¿Y cómo es posible que una organización de semejante tamaño no haya detectado una vulnerabilidad así? Según la compañía de seguridad Panaseer, esto tiene que ver con que la compañía es demasiado grande:
"Es extremadamente difícil para las organizaciones grandes y complejas, como la NASA, ser perfectas para mantener la visibilidad y el control total de todos sus dispositivos", dijo Nik Whitfield, jefe de Panasear. "Por lo general, esto se debe a que dependen de los procesos manuales y los seres humanos para realizar un inventario continuo de todos los dispositivos conectados a la red y las vulnerabilidades específicas que sufren".
Según el reporte, el hacker pudo moverse libremente por la red del laboratorio, "aprovechando los débiles controles de seguridad internos". Por eso, tras descubrir el hackeo, la compañía dejó de usar una puerta de enlace central que les diaba a los empleados y contratistas acceso a otros laboratorios y ubicaciones, por miedo a que el haker pudiera explotar este sistema para seguir navegando libremente por la red.
Increíblemente, el hacker no ha sido encontrado.
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