Por alguna razón, la gente romantiza el ambiente laboral de algunas de las compañías más grandes del mundo. Debido a su gran éxito, se tiene la percepción de que trabajar en ellas es pura diversión con el objetivo de hacer el mundo un mejor lugar. Y aunque algunas de estas empresas puede que sí cumplan esto, la realidad es que hay muchas otras que tienen un ambiente mucho más difícil. Y según una investigación, una de ellas es Netflix.
The Wall Street Journal publicó un artículo/investigación tras hablar confidencialmente con varios empleados del servicio de streaming más grande del mundo, y desveló las duras prácticas y políticas que tiene la compañía con el objetivo de crecer, crecer y crecer. Básicamente, nadie tiene su lugar seguro y en el momento en que dejas de ser útil, puedes ir limpiando tu escritorio.
Según las fuentes, las políticas de Netflix se basan en la honestidad brutal, humillación pública y miedo constante a perder el puesto. Las personas de puestos altos realizan algo llamado la "prueba del guardián" (keeper's test) en el que tienen que preguntarse si pelearían con otra compañía para mantener a cada uno de sus empleados. Si hay algún empleado por el que duden, deben despedirlo inmediatamente y contratar a alguien más útil y más competente.
Cabe destacar que, aunque brutal, la política de Netflix es transparente y honesta, con el objetivo de ser una empresa 100% eficiente sin ningún tipo de error. Constantemente hay juntas para apuntar los errores y los aciertos de cada equipo, cuando alguien comete un error y es reprendido debe aceptarlo públicamente y cuando alguien es despedido, todos los demás empleados del equipo reciben un correo con un desgloce de las razones del despido. Básicamente, todo mundo sabe cuáles son los errores de los compañeros para no atreverse a cometerlos ellos mismos.
Una anécdota particularmente interesante la contó una vicepresidente de marketing, quien un día fue llamada a la oficina de su jefe sin previo aviso para decirle que estaba despedida por no ser "culturalmente apropiada". Según le informó más tarde la Directora de Netflix, Tawni Nazario-Cranz, ella había fallado la prueba porque no despidió a alguien de su equipo que no estaba haciendo las cosas bien. Pocos meses más tarde, Nazario-Cranz también fue despedida. Así, la política de Netflix es la ley de la selva en su versión más pura, en la que solo el más apto sobrevive.
Contrario a lo que podría pensarse, la mayoría de los empleados entrevistados para la investigación no odian trabajar en Netflix, simplemente no creen que las prácticas sean las correctas. Generalmente, las personas aprecian mucho la honestidad (aunque sea brutal) y las ridículas cantidades de dinero que Netflix paga por trabajar ahí también son factor para la opinión que pueden tener los empleados. Algunos entrevistados mencionaron más cosas negativas sobre este modo de trabajo (como la doble moral en algunos casos), pero en general la mayoría lo acepta y lo soporta.
Netflix realizó una declaración a Gizmodo sobre esta investigación, la cual podría poner en peligro la manera en que el mundo ve a la gigantesca compañía de streaming.
"Creemos firmemente en mantener una cultura de alto rendimiento y en dar a las personas la libertad de hacer su mejor trabajo. Menos controles y mayor responsabilidad permiten a nuestros empleados prosperar, tomando decisiones más inteligentes y creativas, lo que significa un mejor entretenimiento para nuestros miembros. Si bien creemos que partes de este artículo no reflejan cómo la mayoría de los empleados experimentan Netflix, estamos trabajando constantemente para aprender y mejorar".
Si estás interesado, puedes leer el artículo completo de The Wall Street Journal aquí.
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