Tecnología

¿La tercera guerra de navegadores web está a punto de comenzar?

Al parecer volveremos a presenciar una contienda cuyo fin es encontrar la mejor experiencia para el usuario

Si la presunción de Microsoft acerca de que su navegador web "es el más eficiente en cuanto a batería" ya era augurio de que una nueva guerra está a punto de comenzar, comentarios recientes de los responsables de Opera son una confirmación. Según ellos, su browser logrará que la batería de computadoras portátiles dure 22% más que Microsoft Edge (25.10586.0.0) y 35% más que la última versión de Google Chrome. Estos resultados contradicen los del test realizado por Microsoft. Cabe destacar que, contrario a Microsoft, Opera reveló bajo qué condiciones hizo su test: utilizó Opera Developer (39.0.2248.0) en una Lenovo Yoga 500 de 14″, con i3-5005U, 4 GB, 500 GB HDD y Windows 10, además de usar bloqueador de publicidad y ahorrador de batería nativos de su navegador.

En la publicación de donde provienen tales datos, titulada Over the edge?, se recrimina a Microsoft porque no hizo alusión de cómo midió el uso de la batería; por ello su prueba no sería exacta: "Microsoft debe ser transparente en cuanto a su metodología para que otros puedan replicarlo", se lee en el post. ¿Qué podemos concluir de todo esto? Que no hay ni a quién irle. Por un lado, hay tantos modelos de laptos con características diferentes que es imposible que los resultados obtenidos por las pruebas sean siempre los mismos. Por otro, ¿cómo una compañía va a decir que su producto es inferior comparado con los de su competencia? De lo que sí estamos seguros es de que Chrome no la está pasando bien, pues en ambas demostraciones salió mal parado. ¿Será que dentro de poco Google se unirá a la contienda de los dimes y diretes en torno a cuál navegador web hace rendir más la batería de las PC? Quizá; no nos debería causar extrañeza que dentro de poco Google saliera a defender su creación. Y si así fuera, no sería la primera vez que acontece una guerra de este tipo.

De hecho, a mediados de los 90 y principios del año 2000 hubo una contienda entre Netscape e Internet Explorer, anuque no para ver quién sobresalía por sus características y rendimiento. Como en aquellos tiempos el concepto de navegador web era novedoso, los usuarios todavía no estaban preocupados por aspectos técnicos, sino por cantidad de características. En 1995, Netscape era el rey indiscutible; pero con la llegada Internet Explorer los papeles se invirtieron; aunque el primero tenía ventaja por existir más años en el mercado y, por consiguiente, haber acumulado más funciones, el segundo triunfó por ser parte del monopolio de Microsoft en los sistemas operativos de PC. Ya que venía incluido por defecto en Windows, mucha gente prefería usarlo en lugar de tener que conseguir otro; para qué molestarse con otro navegador cuando sólo quieres revisar tu correo o visitar algunas páginas. Pasaron los años y a comienzos de este siglo a Netscape no le fue bien, ya que Microsoft se comió literalmente el mercado; los dueños de Netscape ya no contaban con los recursos necesarios para seguir presentes en una batalla de características y rendimiento, sin embargo, eso no significó que su navegador muriera del todo, pues el código fuente de su suite alimentó a Mozilla Firefox durante los inicios.

La mención de Firefox nos lleva a tratar lo que algunos consideran la segunda gran guerra de navegadores web. A lo largo de ésta, situada a mediados de la década pasada hasta 2014, nacieron más alternativas a Internet Explorer que poco a poco le quitaron la corona: Firefox se consolidó; en 2003 y 2005 nacieron Safari y Opera, respectivamente; más tarde, en 2008, Google entró de lleno en el mercado de los browsers con Chrome, el cual salió triunfante entre los navegadores enunciados. ¿Cómo lo hizo tan pronto? Chrome no sólo se enfocó en la velocidad —característica que atrajo a muchos internautas—, sino que sus ciclos de desarrollo fueron realmente rápidos y marcaron la diferencia: más y más apps especiales y extensiones fueron compatibles, a tal grado que superaron en número a los famosos add-ons de Firefox. Todos esos fueron factores para que el navegador de Google saliera avante, no exclusivamente en PC, también en el terreno de los dispositivos móviles.

Ahora, con Edge, es lógico que Microsoft pretende adjudicarse de nuevo el título del browser más usado; su inclusión en Windows 10, de nuevo, no es un paso a la ligera. Pero ¿andar diciendo que su producto ofrece más batería es la mejor forma de hacerlo? Es cierto que aquello que anhela el usuario en sus dispositivos tecnológicos es mayor tiempo de autonomía, el problema es que Edge desfallece cuando se compara con su competencia en otros rubros. Las declaraciones de la compañia de Redmond son publicidad pura que ya logró su cometido: incitar a que sus contrincantes midan fuerzas y se enfrenten para saber quién es el mejor. Eso les garantiza prestigio y, por ende, un mayor número de posibilidades de monetización. Lo curioso del asunto será ver hasta dónde llega esta batalla ―si acabará por ser contraproducente o si traerá beneficios― y si otro pasajero, además de Opera, sube a este tren que ya hizo su primera parada.

Para ti, ¿cuál es el mejor navegador que existe en el mercado?

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