Irma Bule es conocida por ser cantante de Dangdut, un genero de música popular basada en folk indonesio tradicional. Bule acostumbraba tener serpientes como pitones y boas constrictor en el escenario cuando daba conciertos, una práctica bastante común en ciertos pueblos indonesios.
La cantante fue mordida en el muslo por una cobra durante una de sus presentaciones en el pueblo de Karawang. La artista pensaba que se le habían removido los colmillos a la serpiente por lo que rehusó recibir asistencia médica y continuó con el show.
Después de 45 minutos de show, la cantante de 29 años comenzó a vomitar y a sufrir ataques. Fue llevada de emergencia al hospital pero fue demasiado tarde y no pudieron salvarla.
Las reacciones de la gente sobre la muerte de la cantante, (la cual tenía 3 hijos) son de admiración por su profesionalismo en el escenario y de desprecio por la insensatez de presentarse junto a una serpiente venenosa y rehusar la asistencia médica.
Pero la historia es un poco más profunda y triste que esto. Acorde a un artículo publicado en la revista TIME, las artistas salen de gira en áreas rurales y urbanas para poder ayudar a mantener a sus familias y sueñan con ser descubiertas por alguien de la escena pop de Indonesia.
Estas mujeres realizan pasos de baile que asemejan los movimientos de las serpientes y las utilizan como parte del show para atraer a más personas. Sí se presentan a cantar se les pagan $20 dólares, pro si aparecen con serpientes se les pagan $25. “Si hay bailarinas con serpientes, habrá más audiencia,” comenta Yeyen, cantante y amiga de Bule.
En una entrevista para Detik.com, Encum, la madre de Irma, cuyo verdadero nombre es Irmawati pero llamada Eneng por sus familiares, afirma que su hija comenzó a presentarse con serpientes hace 3 años -pero usualmente bailaba con pitones no venenosos, a muchas de las cuales se les pegaba la boca con cinta. “Tal vez Eneng no sabía que era una serpiente venenosa,” comenta Encum. “Sólo le ordenaron que bailara con la serpiente, pero no se puso cinta en la boca.”
La pobreza y las pocas oportunidades orillan a estas mujeres a arriesgar su vida por unos cuantos pesos más y así poder mantener a su familia.
Acorde a un estudio publicado en PLOS Medicine, cada año en el sur y sureste de Asia se registran más de 421,000 envenenamientos y 20,000 muertes por mordeduras de serpientes. Es posible evitar la muerte y heridas severas si se busca ayuda inmediata, aún si fuiste mordido por alguna de las serpientes más venenosas.
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