Entretenimiento

Deadpool y el efecto Big Bang Theory

No es tan chistosa como crees *Aplausos*

Deadpool es un trancazo, no hay quien pueda negarlo. A una semana de su estreno, la cinta del mercenario hocicón ha recaudado más de $260 millones de dólares a nivel mundial —en México alcanzó la suma de $136 millones de pesos en sólo 4 días— y le devolvió la frescura que tanto necesitaban las películas basadas en cómics.

La película es buena, original y diferente, pero hay quien teme que el tremendo éxito de la cinta pueda repercutir en todas las producciones venideras y yo me sumo a ese temor, no porque veamos la fórmula de Deadpool clonada hasta el hartazgo, sino por algo que me pone la piel chinita de sólo pensarlo… el público.

"Amo a Deadpool por que es único y original como yo"
"Amo a Deadpool por que es único y original como yo"

Como muchos de ustedes, el pasado fin de semana fui a ver la pelicula del “superheroe irreverente” (sic), y como buen fan de los cómics —y básicamente como cualquiera que no viva debajo de una piedra— ya sabía más o menos qué esperar: sangre, violencia, sexo, chistes de sexo, humor de pastelazo y cientos de referencias a la cultura geek.

Todo estuvo ahí, de las referencias a Green Lantern al clásico cameo de Stan Lee, de las referencias obvias a las más clavadas, todo orquestado y finamente ordenado para el deleite de cualquier fan sin importar su nivel de conocimiento en cómics. Sólo me arrepiento de una cosa: jamás debí verla en el cine.

Cuando 20th Century Fox anunció la clasificación de la cinta, miles de voces se alzaron en un coro de agradecimiento, pues esta clasificación que prohibió su exhibición a menores, nos daba la garantía de que el personaje sería como debe ser. ¿Entonces por qué carajos el cine estaba lleno de adolescentes treintañeros?

¡OMG! Es el mismo chiste que ya vimos cientos de veces en los trailers... JAJAJAJAJAJA
¡OMG! Es el mismo chiste que ya vimos cientos de veces en los trailers... JAJAJAJAJAJA

No me malinterpreten, la película es graciosa, ¿pero tanto como para reírse de cualquier cosa como si te hubieran contado el mejor chiste de la historia? No, había personas sentadas a mi alrededor que aplaudían y gritaban literalmente con cualquier escena, y que salieron diciendo “¡Esta buenisíma! me duele el estomago de tanto reír”. ¿En serio?

Había momentos en que era imposible escuchar los diálogos de los personajes debido a las escandalosas carcajadas de los asistentes, como si estuvieran viendo La risa en vacaciones. Me hizo pensar seriamente si no reían por compromiso, pues al ir en grupo —eran prácticamente inexistentes las personas que iban solas — sentían alguna clase de presión social o sólo querían demostrar que ellos conocían de cómics y superhéroes y entendían todos los guiños que Deadpool tiraba a la pantalla.

El efecto Big Bang Theory

¿Reímos porque genuinamente nos da risa o porque nos sentimos obligados a hacerlo? La risa es un comportamiento social, y ya varios autores como Robert Provine, autor de Curious Behavior: Yawning, Laughing, Hiccupping, and Beyond, han explicado —con todo y experimentos y método científico— que reímos aproximadamente 30 veces más cuando estamos acompañados. Scott Weems es un neurólogo cognitivo —que estudia el comportamiento y los procesos mentales que implican pues— autor del libro Ha! The Science of When We Laugh and Why, quien también explica que la risa es una emoción fácilmente manipulable, al grado de que hace falta simplemente saber que hay alguien con nosotros, aunque no lo veamos, para que nuestra respuesta sea más notable.

La industria del entretenimiento sabe perfectamente esto y durante años se ha aprovechado de esta conducta humana para sus producciones. Sí, hablo de las risas grabadas. Nos dicen cuándo y de qué reírnos aunque esto no sea precisamente gracioso y eso le pasó a Deadpool.

Si bien la cinta no incluía letreros de “aplausos” o “ríe ahora”, toda la campaña de marketing y el mismo público se encargaron de condicionar la respuesta positiva al filme. Insisto en que la película es buena, pero no taaaaan buena, nos parece interesante porque es fresca y descarada, pero los espectadores la llevaron a un lugar diferente.

Nosotros, los millennials, quienes crecimos con los cómics y vimos nacer a Deadpool en las páginas, sabemos perfectamente qué es Voltron, sabemos quiénes son los X-Men, quién es Hugh Jackman, conocemos a Wham!, pero ¿su sola mención ya es digna de una carcajada?

Seguimos creyendo que somos únicos y especiales por disfrutar de cosas que todo el mundo conoce, seguimos con la idea de que somos geeks incomprendidos por la sociedad, aunque en cada esquina tenemos muestras de lo contrario, aún cuando hay muchas compañías enriqueciéndose a costa de nuestros gustos, que cada día son más y más comunes.

No digo que esté mal reír a carcajadas, sólo ten conciencia y no te conviertas en una foca amaestrada que aplaude cuando se lo dicen. James Gunn tiene razón en tener miedo, y si las películas de cómics adoptan todas el modelo “Deadpool” no será culpa de la industria, sino de nosotros, un público que todavía no supera los chistes del Chavo del 8 y que se impresiona con cualquier cosa.

Deja tu comentario

Nuevo

  • Nuevo

  • Trending

  • Lo Mejor

Subir
Advertising