Muchos científicos y analistas han hecho públicas sus preocupaciones por la supervivencia humana. Las decisiones de muchos políticos y empresarios están llevando a la humanidad por un camino muy peligroso. Ahora, el Boletín de Científicos Atómicos de la Universidad de Chicago han alertado al mundo con su reloj del apocalipsis.
Por si no lo conoces, el boletín es una publicación hecha por un grupo de científicos para informar al público sobre las posibles amenazas a la humanidad. Mediante la revista, los científicos quieren llegar a la clase política y a todo el mundo para avisar los riesgos de las decisiones que se están tomando y así prevenir cualquier peligro.
La preocupación de los científicos empezó en 1945 cuando ellos mismos inventaron la bomba atómica y se dieron cuenta del peligro que representa para el mundo. 2 años después, en 1947, pusieron un reloj en la portada del boletín; en él la medianoche representa el apocalipsis. Cada año, la junta directiva del boletín y el consejo de patrocinadores —en el que hay 16 premios Nobel— decide si el minutero avanza o retrocede según el peligro en el que estemos.
Este año —igual que el pasado—, el minutero está a 3 minutos de la medianoche porque el grupo de científicos detrás del boletín considera que la tensión entre Estados Unidos y Rusia nos pone al filo de una terrible guerra. Además, Corea del Norte asegura tener una bomba de hidrógeno, Iran busca tener armas nucleares y los conflictos en Medio Oriente empeoran cada día. Por si esto fuera poco, los problemas ambientales se están saliendo de nuestro control y el avance de la inteligencia artificial puede ser una gran amenaza para la raza humana.
Pero esto no se acaba, hasta que se acaba; todavía podemos retroceder el minutero, aunque para hacerlo, todos los países tendrían que colaborar. Para asegurar nuestra permanencia en el mundo, necesitaría haber un acuerdo para tener mayor control sobre las armas y reducir las nucleares. También tendría que haber un acuerdo para reducir de forma importante las emisiones de contaminantes. Todos tendríamos que cambiar nuestra forma de vida por una más armoniosa con el planeta para retrasar el reloj.
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