Burning Man: mucho más que un festival

No es un rave, no es un circo, es algo diferente

El festival Burning Man no es como cualquier otro. No es un rave o una fiestota, no se trata sólo de la música ni de de los disfraces o el arte, sino de la experiencia humana y la comunidad que se forma durante los días de este evento, que para muchos es transformador.

Actualmente existe mucha organización detrás del festival, pero según su línea de tiempo oficial, el primer evento que dio origen a lo que hoy es un festival de proporciones impresionantes contó con apenas 35 personas que se juntaron para ver una escultura de un hombre siendo quemada en una playa de San Francisco en 1986. Mucho ha cambiado desde entonces y cada vez son más personas las que se reúnen a vivir esta experiencia en el desierto Black Rock en Nevada. El número de asistentes rebasa las 50,000 personas y va subiendo año con año.

Burning Man le da forma al desierto con la construcción de una ciudad entera con calles y avenidas llamada Black Rock City, una metrópoli utópica que desaparece sin dejar rastro al final del festival.

Todos los años durante 7 días a finales de agosto, el desierto cobra vida con la construcción de miles de instalaciones de arte, vehículos mutantes, escenarios, cocinas comunales, templos, esculturas, performance de distintos tipos, gente disfrazada, música y bicicletas por todos lados.

El último día, en una ceremonia se prende fuego a una escultura de un hombre de madera que ha ido incrementando de tamaño año con año, de ahí el nombre Burning Man.

Todo indicaría que es una semana de perdición, bailongo y drogas, pero el Burning Man es mucho más que eso y si planeas ir debes enterarte de cómo funciona para que no te saquen al 3er día.

En su página encontrarás docenas de guías que van desde la compra de boletos, el acceso, las zonas para acampar, la importancia de preservar el medio ambiente, los pequeños “vecindarios” que se forman y cómo participar con el que te toca a ti, las actividades y las reglas.

El festival cuenta con personal de emergencias y elementos de seguridad que patrullan las calles y mantienen el orden. Este lugar no es para ir a vacacionar tipo spring break valiéndote gorro todo, aquí la cosa es la convivencia con respeto a los demás y al desierto. Hay una serie de reglas sobre los campamentos, las casas rodantes, los vehículos, equipos de sonido, fogatas y demás. Suena complicado, pero es necesario para que la experiencia sea positiva y bella para todos.

Está permitida la entrada a menores de edad siempre y cuando vayan acompañados por adultos. Queda prohibida la entrada con mascotas y plantas vivas, ya que no es una experiencia agradable para los animales y ha habido problemas en el pasado por dueños que no ponen atención a sus mascotas, además de una cantidad considerable de animales perdidos.

El festival se rige por 10 principios que se deben de respetar ante todo y son los siguientes:

Inclusión radical: cualquiera puede ser parte de Burning Man. Le damos la bienvenida y respetamos a los extraños. No hay requisitos para participar en nuestra comunidad.

Regalar: Burning Man encuentra su devoción en el acto de regalar. Se fomenta una economía del regalo, ya sea mediante el regalo mutuo o el intercambio de favores pero sin esperar nada a cambio.

Desmercantilización: para poder preservar el espíritu de regalar, nuestra comunidad busca crear ambientes sociales sin mediación de patrocinadores comerciales, transacciones monetarias o publicidad. Estamos listos para proteger esta cultura de tal explotación. Sustituimos el consumo por una experiencia participativa.

Autosuficiencia radical: Burning Man alienta a los individuos a descubrir, ejercitar y confiar en sus propios recursos internos. Los participantes deben estar preparados y llevar todo lo necesario para subsistir por sus propios medios.

Autoexpresión radical: esta expresión surge de los dones particulares de cada individuo. Nadie más que el individuo o su grupo de colaboradores puede determinar el contenido de su expresión. Es ofrecida como un regalo hacia los demás. En este espíritu, se deben respetar los derechos y libertades de los que ofrecen la expresión y de quienes la reciben.

Esfuerzo comunal: nuestra comunidad valora la cooperación y colaboración creativa. Nos esforzamos por producir, promover y proteger las redes sociales, espacios públicos, obras de arte y métodos de comunicación que apoyen tal interacción.

Responsabilidad cívica: valoramos la sociedad civil. Los miembros de la comunidad que organizan eventos deben asumir la responsabilidad del bienestar público y tratar de comunicar las responsabilidades sociales a los participantes.

No dejar rastro: nuestra comunidad respeta el medio ambiente. Estamos comprometidos con no dejar rastro físico de nuestras actividades sin importar donde nos reunamos. Todos limpiamos y tratamos de dejar el lugar mejor que como lo encontramos.

Participación: nuestra comunidad está comprometida con una ética de participación radical. Creemos que un cambio transformativo, ya sea en el individuo o en la sociedad, puede ocurrir solamente por medio de una profunda participación personal. Logramos ser a través de hacer. Todos están invitados a trabajar. Todos están invitados a jugar. Hacemos real este mundo por medio de acciones que abren el corazón.

Inmediatez: la experiencia inmediata es en muchos sentidos, la piedra angular en nuestra cultura. Buscamos tirar barreras que se atraviesan entre nosotros y el reconocimiento de nuestro “yo” interior, la realidad de los que nos rodean, la participación en sociedad y el contacto con el mundo natural, más allá del poder humano. Ninguna idea puede sustituir esta experiencia.

Puedes participar en la construcción de estructuras, piezas de arte, en performance, conciertos, actividades para niños y adultos. Puedes cantar, bailar, desnudarte, pintarte el cuerpo y llenarte de espejos, usar pelucas, sombreros con luz y plumas, regalar dibujos, llaveros, abrazos y todo lo que quieras, siempre y cuando sea con amabilidad, respeto y amor. Hay actividades de día y de noche que varían de campamento en campamento, así como puedes encontrar unas mesas gigantes para hacer manualidades, también puedes ir a ver a distintos artistas pintar en vivo, puedes ir a que te lean las cartas, echarte en una hamaca a ver desfilar a cientos de personas con atuendos exóticos o compartir la cena con tus vecinos antes de irse a ver algún show en la explanada principal.

En conclusión, el Burning Man puede ser una experiencia maravillosa, algo mágico y extraordinario que abra tu mente y tu corazón, pero no es para todos y por eso te recomiendo que si estás pensando en ir, te des una vuelta por la página y leas con detenimiento todas las recomendaciones y reglas de cada tema; la verdad es que hay que leer mucho y son muchas cosas que considerar, pero la experiencia lo vale.

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