Aunque Bandai ya había dado un adelanto de cómo se verán sus figuras de Star Wars con estilo samurai, estar ante la versión final es para hacerse pipí de la emoción. Son É-PI-CAS. Y es que el equipo encargado de estas adaptaciones (Movie Realisation) son unos maestros, pues convirtieron a las fuerzas del Imperio en un shogunato intergaláctico, digo del mejor crossover creativo entre Akira Kurosawa y George Lucas —el joven, no el loco de la actualidad—.
Más allá de que el concepto es fantástico, lo mejor de estas figuras está en el cuidado de los detalles. Cada elemento combina a la perfección la temática de Star Wars, con la vestimenta del antiguo Japón. Por ejemplo, los Guardias Imperiales tiene su clásica túnica, pero debajo esconden una armadura con todo y wakizashi.
Y Boba Fett con toda la pinta de un ronin, listo para ser el villano principal de Ruroni Kenshin. Lo brillante de esta figura en particular es que Bandai encontró la forma mezclar Star Wars, el feeling oriental y algunos toques del Viejo Oeste, para conseguir un equilibrio perfecto. Soy ultra mega fan.
Obviamente las figuras estarán disponibles primero en Japón y hasta muchos meses después, en otras partes del mundo, pero seguro que las encuentras en tiendas de importación. Boba Fett llega en noviembre y estará en ¥9950 yens (como $80 dólares), mientras que el Guardia Imperial y el Sandtrooper se venderán hasta enero próximo, con un precio de ¥8856 yens.
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