Durante los últimos años, los ataques de denegación de servicios se volvieron algo común, pues las herramientas para llevarlos a cabo se simplificaron y hasta una persona con conocimientos de programación relativamente básicos puede ejecutarlos. Sin embargo, en los próximos meses, esta técnica de hackeo podría volverse un problema aún más grave, pues según la firma de seguridad Akamai Technologies, tan sólo durante el primer trimestre de 2014 se dio un aumento de 47% respecto a 2013 en la frecuencia de ofensivas DDoS.
Akamai señala que los sitios más afectados por ataques de DDoS son los de servicios y entretenimiento, debido al intento de ciertas compañías de inhabilitar a la competencia
“La innovación en el mercado del robo de información y los ataques enfocados está resultando en herramientas DDoS que infligen más daño y consumen menos recursos. El incremento de volumen se debe a que esas herramientas tienen más disponibilidad y a que requieren habilidades mínimas por parte del atacante”, detalla el reporte de Prolexic, una firma de análisis informático que forma parte de Akamai.
Algo que destaca en los datos es que hay un gran incremento de 68% en los ataques de infraestructura, mientras que las ofensivas provenientes de aplicaciones independientes se redujeron a un mínimo de 21%. Lo anterior significa que cada vez hay más empresas dedicadas a la ejecución de ataques DDoS y eso se traduce en un mercado competitivo en el que los precios tendrían que bajar.
Ahora bien, aún si la duración promedio de los ataques decreció de 35 horas a 17 horas, la intensidad subió a un punto alarmante. Según los especialistas de Akamai, no sólo será más difícil protegerse ante ofensivas tan fuertes, sino que también resultará en costos excesivos para las compañías afectadas.
Hace un par de meses CloudFlare, una de las empresas más importantes de servicios de Internet y seguridad en línea, dijo que la pugna entre Spamhaus y Cyberbunker es apenas el inicio de una nueva tendencia de ataques DDoS a los sitios más populares en la red. Y es que la ofensiva informática más grande en la historia que se dio en épocas recientes llegó a 400 Gbps, un flujo de datos tan masivo que provocó estragos en la infraestructura mundial.
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