Tuvimos oportunidad de jugar durante unos minutos con el nuevo campeón de la familia Galaxy. Aquí hay 5 cosas que no encontrarás en el S5:
1. Un diseño irresistible
Atractivo para unos, indiferente para algunos y aberrante para otros más. El diseño, que parece apegado a una cultura donde Louis Vuitton es esencial (como en Asia), quizá luzca anticuado para Occidente. Samsung decidió, una vez más, optar por una cubierta de policarbonato, que ahora intenta emular una textura de piel. Al tacto, es rígida, casi como metal, pero desgraciadamente, no lo es. Eso quiere decir que tendremos que seguir viviendo con la esperanza de ver un Galaxy S en aluminio cepillado.
Los bordes redondeados de plástico cromado asemejan a una lata de alimentos en conserva, que no creemos sea capaz de resistir mucho los pequeños golpes y los rayones.
2. Hardware superior
Samsung no entró en detalles y es inevitable sospechar, pues en este negocio, quien no presume es porque carece. Sabemos que hay un mejor procesador dentro del Galaxy S5 (con velocidad de reloj de 2.5 GHz), pero todo parece indicar que no utiliza el nuevo Snapdragon 805 de Qualcomm.
Galaxy S5 regresa con 2 GB de memoria en RAM, quizá con KitKat no hay necesidad de aumentarlo, pero siempre queremos más RAM; es de esas cosas que aunque no usemos, las deseamos, pues queremos estar listos para mañana, cuando las aplicaciones se vuelvan más exigentes. De la pantalla hubo rumores desde hace meses, ninguno resultó cierto: Samsung no utilizó una pantalla curva, ni una pantalla 2K, sino la misma 1080p, pero levemente más grande (5.1”). Finalmente, el dispositivo es resistente al agua, algo que era de esperar, sin embargo, aunque nos gusta la idea de bañarnos con nuestro Galaxy S5, no podremos nadar con él, lo que sí será posible con un Xperia Z1/Z2.
3. Nueva interfaz de usuario
Entre las características que colocaron a la familia Galaxy S en el mapa se encuentran tanto el hardware como el diseño y la implementación de TouchWiz, con lo que se creó una experiencia mucho más refinada en Android, al punto de competir con iOS. La razón por la que le dimos la oportunidad a Android en un Galaxy S fue porque emulaba aspectos visuales de iOS conservando las ventajas de no estar en el ecosistema de Apple.
Esperábamos ver un Galaxy S5 con una nueva y mejorada interfaz de usuario; en cambio, vimos una versión de TouchWiz Nature montada sobre KitKat. Esto dio un resultado que, a pesar de los esfuerzos de Samsung y de las mejoras a la aplicación S-Health, luce cada vez más genérico; de hecho, un buen número de características similares están disponibles prácticamente en cualquier dispositivo de gama alta que usa Android.
4. Nueva generación de batería
Actualmente, las baterías se están convirtiendo en la principal limitante, tanto para usuarios como para desarrolladores de dispositivos, y Samsung incrementó el tamaño de ésta a modestos 2800 mAh (sólo 200 mAh más que el S4). Podríamos considerar un elemento positivo la optimización de recursos en apps o la implementación de software que mejora la vida de la batería —como la que presentó Samsung como beneficio del S5—, pero en realidad, estas soluciones sólo empeoran la experiencia de uso en casi todos los niveles. Lo cierto es que no hemos visto la “nueva generación” de baterías, ya sea en métodos de carga o en aumento de capacidades.
5. Una razón convincente para actualizar
El S5 se parece al S4 así como el S4 se parece al S III. Han pasado 2 años desde que Samsung enloqueció al mundo con el Galaxy S III y pedíamos a gritos ser impresionados con un nuevo concepto que cambiara todo el panorama. Aunque Samsung lo consiguió en cierta manera con el S4, esta vez la innovación no es tan palpable, aún con la implementación de un sensor de huellas digitales. Lo cierto es que Samsung ha creado un ciclo muy corto para actualizar sus teléfonos, el resultado es que no existen el tiempo ni los recursos necesarios para invertir en verdadera innovación. Si tienes un S4, será difícil que encuentres argumentos para invertir nuevamente en un teléfono que, básicamente, hace lo mismo.
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