Un policía de Chamblee, Georgia, arrestó a Kaveh Kamooneh, propietario de un Nissan Leaf, después de que se estacionara frente a la escuela de su hijo ―quien en ese momento tomaba clases de tenis―, y conectara su vehículo a una toma de corriente externa. Cabe mencionar que dicha toma pertenece a la escuela, pero el vigilante determinó que la directiva de la institución nunca dio permiso para recargar el vehículo y consideró la acción como robo.
Según Kamooneh, después de haberse estado estacionado cerca de 20 minutos, notó la presencia de un oficial de policía junto a su vehículo y, cuando se acercó a él, le informó que presentaría cargos por robo. De acuerdo con el propietario, su automóvil consumió sólo medio kilowatt, lo que equivaldría a cerca de 5¢, aunque algunos expertos declararon que esta información es incorrecta.
El departamento de policía de Chamblee sostiene que la cantidad consumida por Kamooneh es irrelevante y que el arresto, que se efectuó 11 días después del incidente, está basado y fundamentado en la legislación local, ya que apropiarse de algo sin consentimiento es una conducta tipificada; sin embargo, aceptó que el arresto debió haberse llevado a cabo en el momento en el que se suscitaron los hechos.
Kamooneh equiparó el incidente con beber un trago de una manguera ajena o cargar un celular o dispositivo electrónico en un espacio público.
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