Estoy revisando mi historial en Amazon y me doy cuenta que he sido comprador del sitio desde 2009. Para mi ya son 6 años de cliente, ellos cumplen 21 de existir este próximo 5 de julio y, hoy por hoy, es mi lugar favorito para revisar los productos que quiero comprar.
Por supuesto que no todo lo que quiero lo compro, ni todo lo que necesito lo encuentro. Son muchas combinaciones: hay veces que veo lo que quiero, pero no es buen momento para comprarlo; hay veces que compro lo que necesito aunque haga un sacrificio, porque coincide con un viaje... total que desde entonces no he dejado de comprar en Amazon.
Cosas para la bici, zapatos, cables de audio, videojuegos, ropa, en fin, debo decir que en general, estoy muy satisfecho con la relación que llevo con Amazon. Claro, también he tenido situaciones amargas, como cuando compré mis botas para agua y sin querer pedí 5 pares; a la fecha no tengo idea por qué lo hice. O como cuando me equivoqué de talla en el calzado para la bicicleta. También esa ocasión que compré la funda contra lluvia y polvo para mi bici y me duró 15 días —pésimo material—. Cuando en un hotel de Nueva York me cobraron $10 dólares por cada caja que recibieron para mí, !qué jijos! Ni hablar de la ocasión en la que detuvieron a mi esposa en el aeropuerto y le preguntaron "¿para qué quiere tanto cable?", a lo que ella contestó "no sé... ¡son para mi esposo!"; aquella vez estaba armando mi estudio de audio.
A pesar de todas las peripecias, debo decir que Amazon ha hecho que mi experiencia de compra siempre sea algo muy agradable. De pequeño nunca pensé que podría existir algo así en mi futuro. No hay empleados que estén atosigándome a cada rato, no tiene horario, no hay prisa... ¡ni siquiera tengo que cargar las bolsas de mis compras!
Me puse a borrar direcciones a donde he mandado mis paquetes en Estados Unidos, porque en muchos casos son lugares a los que difícilmente volveré a enviar algo —hoteles o ciudades a las que probablemente no regresaré en un buen rato—. Lo curioso es que en todos los casos, comprar me generó la misma emoción: llegar a abrir cajas con lo que había ordenado, ¡ como si hubiera llegado Santa Claus con mis regalos!
Soy un tipo que piensa bien lo que compra y lo que más me gusta de Amazon es su sistema de opiniones de productos o "reviews" —como ellos le llaman—. Si hay un producto que te interesa, te metes a leer las opiniones de las personas que ya lo tienen —y ya usaron—, son comentarios escritos con toda sinceridad. Esto se me hace sensacional, no sólo porque lees lo que un usuario opina del producto, sino porque dicho sistema abrió una puerta totalmente nueva para la dinámica empresa-cliente: no hay filtros y ahora más que nunca, el cliente tiene una voz de peso, lo que está llevado a las empresas a dar nuevo significado de lo que realmente simboliza la atención al cliente. Gracias a eso las tiendas ahora saben qué pasa si un cliente no queda contento: no sólo regresa el producto por donde vino, sino que le platica a todo el mundo por qué no está insatisfecho.
El martes 30 de junio fue lanzado el sitio www.amazon.com.mx, osea, Amazon México. Ahí estuve. Y por lo que entendí, prácticamente todo lo que me guste podría llegar a la puerta de mi casa en el Distrito Federal. ¡Incluso eso que venden en el sitio estadounidense! Yo nunca he comprado nada en los sitios de las tiendas departamentales mexicanas, porque me parece que tienen unas interfaces pésimamente diseñadas y muy pocas opciones. Como que les da huevita organizar todos los productos en su sitio web... Mientras tanto, a los de Amazon no les dió flojera; negociaron con sus proveedores y, al tener claro que no tendrían una tienda física en ningún lado, se pusieron a hacer el centro comercial más grande del mundo online, accesible con pocos clics.
Si las tiendas departamentales y de servicio antes la tenían difícil para convencernos y darles nuestros datos o nuestro número de tarjeta, ahora será mucho más difícil. Con Amazon entregando paquetes hasta en recónditos pueblitos oaxaqueños, no sé qué competencia puedan ofrecer las tiendas que se mantuvieron confiadas durante décadas de que sus fieles clientes seguirían ahí —no supieron cómo acercar a la gente a sus sitios y mucho menos supieron inspirar confianza—.
"Nuestra obsesión no es con la competencia, es con el cliente", dijo Juan Carlos García, director de Amazon México, lo que nos muestra la determinación con la que Amazon llega a un país cuyas ventas en línea representan menos del 1% de lo que se vende anualmente en cualquier otro giro comercial. Llama poderosamente la atención saber que México es el lanzamiento más grande en la historia de Amazon. A pesar de tener en su lista a países como España, Reino Unido, Francia, Australia e incluso Brasil (donde solamente envía libros), México es el único mercado en el que Amazon lanzó con tal cantidad de productos y categorías... un movimiento con toda la lógica al ver un terreno tan fértil y tan ávido de atención.
• Alfredo Romo es conductor en Siempre 88.9 FM de 15 a 18:30hrs; puedes escucharlo en www.siempre889.com.mx
• Además, es voz para TV Azteca en diferentes ciudades de la República Mexicana.
• Ha impartido clases de comunicación en diferentes universidades y adora la tecnología, el baseball, el tenis y las bicicletas.
Síguelo en: www.facebook.com/romoalaire
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