Con información de: Forbes
Durante décadas, la NASA fue la autoridad más respetada en lo que refiere a exploración e investigación espacial, pero en últimos años su reconocimiento y hasta su credibilidad han sido cuestionados por otras entidades científicas. En particular, las iniciativas de Mars One y SpaceX apuestan por reemplazar de algún modo a la agencia espacial de Estados Unidos, al asegurar que tienen una infraestructura suficiente para impulsar misiones humanas que colonicen Marte. Sin embargo, en opinión de la NASA, es todo lo contrario: "Ninguna compañía comercial puede llegar a Marte sin ayuda de la NASA o el gobierno".
Se cree que Marte fue habitable hace millones de años, pero algo hizo que su campo magnético dejara de funcionar y la atmosfera se deterioró, dejando escapar toda el agua existente
El administrador de la NASA, Charles Bolden, dice que el propósito de llegar a Marte no debe estar inspirado en el deseo de gente adinerada por grabar su nombre en la historia de la humanidad —al ser los primeros exploradores en pisar otro planeta—, sino en sacar provecho real para la investigación que se hará en el Planeta Rojo. "Necesitamos entender qué sucedió en Marte para evitar que se repita en la Tierra". La comunidad científica coincide en que Marte tuvo alguna vez condiciones similares a la era primigenia de nuestro planeta, pero que en algún punto de su desarrollo hubo un incidente que dejó el desolado panorama actual.
Bolden dice que la misión más importante de la NASA es permitir que la humanidad pueda llegar a Marte y que todos los esfuerzos en la trayectoria de la agencia conllevan a ese punto. El siguiente paso del proyecto es la Misión para Redirigir un Asteroide (ARM), la cual justo como lo dice su nombre propone capturar un asteroide o al menos un fragmento, para posicionarlo en la órbita de la Luna —esperemos que los cálculos no salgan mal y lo dirijan a la Tierra—, usando propulsores de iones y tecnología de robótica autónoma.
La otra fase del plan de la NASA es instalar en la Luna un centro de operaciones a gran escala, pero antes hará falta terminar el Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS), una plataforma para naves más grandes y poderosas que llevarán a los astronautas directamente a nuestro satélite natural o incluso a otras regiones del sistema solar. Al final, Bolden expresó ante el Comité de Ciencias, Espacio y Tecnología de Estados Unidos, que el apoyo —de investigación
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