Una nueva generación significa, usualmente, evolución de concepto y mejoras en casi todos los aspectos. En el caso del Lumia 530, sucedió lo contrario, pues algunas de sus características son menos avanzadas que las del Lumia 520. No es un problema grave si consideramos que el teléfono más vendido con Windows Phone ya era suficientemente austero; sin embargo, es preocupante que la propuesta sea inferior, en lugar de ofrecer algo más interesante.
Lo primero que llama la atención al sostener el Lumia 530 es que su diseño cambió ligeramente: los bordes ahora son un poco más redondos y las esquinas ya no son tan angulares, mientras que el bisel de la pantalla se redujo en un margen mínimo. La tapa trasera luce tan resistente como siempre y conserva buena flexibilidad. Las dimensiones de ambos modelos son casi las mismas, si acaso hubo un incremento del peso de apenas 5 gramos y sólo 2.7 milímetros. Al margen de esas pequeñas diferencias la experiencia de uso es idéntica, en especial en términos de comodidad, ya que cabe perfectamente en la palma de la mano y al tener una pantalla de 4 pulgadas, permite que los pulgares lleguen sin problemas a cualquier parte de la interfaz.
En cuanto a la pantalla, la experiencia visual es poco satisfactoria debido a que Microsoft usó un panel TFT en lugar del IPS del Lumia 520. Si bien lo anterior significa que la batería debe durar más tiempo, también es sinónimo de contrastes poco profundos y colores desequilibrados. A pesar de que usamos el teléfono en un lugar cerrado, el negro se notaba un tanto deslavado, mientras que el brillo no era tan intenso. Obviamente, esos defectos tendrían que ser más notorios a plena luz del Sol. La resolución es suficiente para que el texto sea muy legible y que la interfaz de las aplicaciones esté bien ordenada; aumentó a 480 × 854 pixeles debido a que los botones de navegación ahora están integrados en la pantalla, en lugar de ser físicos como en modelos anteriores de Lumia.
A simple vista el rendimiento es óptimo, del mismo modo que en el Lumia 520, pues las aplicaciones responden con rapidez y la transición de una app a otra se da con suficiente fluidez. Curiosamente, las especificaciones del Lumia 530 no son tan avanzadas al compararlas con su predecesor y de hecho, el procesador gráfico es inferior (es un Adreno 302, en lugar de un Adreno 305), mientras que el RAM se quedó en 512 MB. Por lo demás, el Lumia 530 funciona con un Snapdragon 200 de 4 núcleos a 1.2 GHz, tiene 4 GB de almacenamiento y su cámara es de 5 megapixeles. Desafortunadamente para los que disfrutan tomar selfies, el teléfono carece de cámara secundaria, pero a cambio, Glam Me y Lumia Selfie facilitan los autorretratos al enviar un sonido en el momento exacto en que el rostro está dentro del encuadre.
El Lumia 530 estará disponible en México a partir de los primeros días de octubre y al inicio sólo podrá ser adquirido en distribuidores autorizados Telcel. Su precio será menor a $2000 MXN.
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