Hasta hace una década, las cámaras de video especializadas eran comunes en grandes celebraciones sociales o, a veces, en eventos informales con amigos y familia. Hoy, prácticamente son inexistentes. No importa sobre quién recae la responsabilidad, ya sea la creciente capacidad fotográfica de los teléfonos o la renuencia de los fabricantes de mejorar la propuesta de sus equipos dedicados para grabación de video, al final, es un hecho que quedan muy pocas alternativas en ese rubro. Por eso se agradece que Sony siga evolucionando el concepto de su célebre línea Handycam. Ahora, con el modelo CX330, la compañía ofrece excelente desempeño, facilidad de uso, buena portabilidad y una gran capacidad de zoom.

Aunque se trata de un equipo muy avanzado, esta ejemplar cámara dista de ser una solución para trabajo profesional, si acaso es una opción para entusiastas que quieran inmortalizar en video todo lo que ven, para algunos productores amateur de contenido en YouTube o para quien busque mejores resultados al grabar sus eventos sociales.

Video reseña

Diseño y especificaciones

De primera impresión, lo destacable de la CX330 es su forma compacta y ligera. Aun con la pila integrada, su peso está en 245 gramos, casi lo mismo que muchos teléfonos más grandes a 6 pulgadas. Obviamente eso propicia que al sujetarla con una sola mano, la experiencia de uso sea muy cómoda. Además, el equipo cuenta con una correa lateral que ayuda a mejorar el agarre, mientras que la superficie sobre la que descansa la palma presenta un textura granulada, para garantizar una sensación reconfortante (y de paso evitar la molesta sudoración después de muchas horas de usar la cámara). El problema de ese cinturón, que por cierto se puede ajustar su tamaño, es que se ubica del lado derecho y no hay forma de cambiar su posición, así que los zurdos tendrán dificultades para sacarle provecho.

Casi por completo está matizada de negro y tiene un par de detalles en color plateado —como la zona que rodea a la lente—, por lo que el diseño no es demasiado llamativo, pero a la vez mantiene cierto toque de elegancia. De hecho, el armazón podría considerarse austero, pues está fabricado en plástico, pero eso no significa que la apariencia dé la impresión de mala calidad; de algún modo, Sony siempre logra que hasta sus equipos más económicos se vean de buena calidad y la CX330 no es la excepción. Sobra decir que el policarbonato se suma a la ligereza del equipo.

Algo para aplaudir de la CX330 es que los botones están ubicados en lugares muy accesibles. El de grabación se localiza a la altura del pulgar, en tanto la palanca de zoom y el disparador para fotos se encuentran debajo del índice. La palanca que abre la tapa del lente está a la altura del meñique, pero es mejor usar la otra mano para activarla. Si bien los controles físicos son simples, el verdadero acceso a todas las funciones se aloja en los menús manipulables desde la pantalla. Dicho panel está integrado del lado derecho y se abre para mostrar un área visual de 2.7” con formato 16:9. La tecnología Clear Photo de esta pantalla LCD reproduce una imagen nítida, con el beneficio adicional de que se puede ajustar el brillo y, a pesar de que su resolución es de 230,000 puntos, la vista previa del contenido luce bien, o al menos con suficiente detalle para revisar si la toma fue efectiva.

Al frente, por debajo de la lente, se alojan un par de micrófonos. El principal captura el audio que está adelante, mientras que un receptor más pequeño ayuda a definir la dirección y profundidad del sonido desde la parte de abajo. La virtud de esta combinación no sólo elimina el ruido ambiental, también enfoca los 2 canales Dolby Digital para tratar de aislar el audio proveniente del origen de la toma, aún si el zoom está en su punto máximo. Hablando de los acercamientos, uno de los principales talentos de la cámara es que alcanza hasta 30x en términos ópticos y en digital, se eleva a 60x. Como siempre, el zoom artificial es simplemente un recorte de la imagen, pero en este caso apoya a la óptica convencional para brindar mayor definición a la imagen.

Ahora bien, con 1/5.8” (3.1 mm) el sensor es un tanto decepcionante, pues su tamaño no cambió en comparación a modelos previos y ni que decir frente a las cámaras compactas semiprofesionales que en algunos casos incluso apuestan por el formato Cuatro Tercios. Es entendible que se usara un elemento pequeño, si se consideran las dimensiones de la cámara, pero el resultado inevitable es que el desempeño no es tan bueno cuando hay pésimas condiciones de iluminación. Claro, lo anterior no significa que todo es negativo en cuanto a calidad de imagen, al contrario, la tecnología Exmor R de este CMOS retroiluminado se complementa con un procesador Bionz X para garantizar tomas impecables cuando hay suficiente luz, en parte también debido a que el obturador alcanza una velocidad de 1/10,000 y que el lente Sony G tiene una apertura constante f/4.0 sin importar el nivel del zoom.

También llama la atención que la batería vaya montada en la parte trasera, por fuera del equipo. Es inusual porque podría originar una avería si se da un tirón repentino, dejando inservible el muelle de la pila. Pero al margen de los posibles incidentes, el paquete energético es pequeño y en realidad no estorba el manejo, además, al ser un modelo NP-FV50, es compatible con otras Handycam. En cuanto a conectividad física, la CX330 ofrece una ranura microSD para almacenar máximo 64 GB de contenido, así como un puerto Micro HDMI, una toma de corriente y un conector multipropósito. Adicional, está un cable USB que se oculta en la abrazadera de la cámara, muy conveniente porque no hace falta llevarlo por separado, pero que a cambio presenta el defecto de ser muy corto y complicar las cosas al hacer un enlace con la computadora. Por último, la Handycam brinda la opción de crear un enlace por medio de Wi-Fi o NFC.

Funciones

Si hay algo que caracteriza a muchas cámaras de video enfocadas en el usuario promedio es que casi no permiten personalizar la toma. La CX330 es diferente, no sólo contiene las herramientas para configurar ciertos aspectos del funcionamiento técnico, también ofrece variados filtros artísticos. Las modificaciones de color, estilo Instagram, pueden considerarse un añadido caprichoso, pero si tomamos en cuenta que la cámara fue creada para uso creativo y la compartición de contenidos en redes sociales, tiene mucho sentido.

Se puede ajustar el balance de blancos, es posible compensar los niveles de exposición, mover los valores de enfoque e incluso existe la libertad para modificar ciertos aspectos del micrófono, como elegir el tipo ruido ambiental. Además, la Handycam incorpora una función para grabar 2 archivos de video a la vez, uno en formato original sin compresión y otro en MP4 de bajo peso, listo para subir directamente a la red, ya sea YouTube o Facebook.

El sistema de menús es muy accesible, pues está categorizado por íconos para acceder rápidamente a cada sección. Si bien todo está debidamente ordenado, el apartado de configuración sigue un esquema de texto, así que encontrar un elemento específico toma tiempo. En todo caso depende mucho de qué tan familiarizado estés con la interfaz, pero en términos generales es fácil manipular todo desde la pantalla.

Al respecto de la navegación, parecería desafortunado que no haya interacción táctil, sin embargo, es muy apropiado, pues el espacio es muy reducido y dificultaría la precisión al momento de querer tocar ciertos elementos muy pequeños. En su lugar, todo se administra por medio de una palanca direccional muy responsiva y precisa. El único defecto real de la funcionalidad lo encontré al tratar de despertar el equipo cuando la pantalla está desplegada, pues ningún botón sirve para encender nuevamente la interfaz, para eso hay que cerrar el panel y volverlo a abrir.

Desde luego, la cámara está preparada para crear la experiencia más accesible y sencilla para la gente que no conoce mucho de tecnología, así que, por defecto, el sistema detecta los mejores valores, incluyendo iluminación, compensación y enfoque. Por último, la previsualización de contenidos tiene una función denominada Highlights, que presenta una composición con todos los videos almacenados en la cámara y que agrega música para complementar la transición.

Desempeño

A pesar de ser un equipo tan completo, la CX330 tiene un defecto inherente en el tamaño de su sensor: la nitidez de la imagen se deteriora considerablemente cuando el lugar carece de suficiente iluminación. Es justo decir que dicho problema es una característica de todas las cámaras de gama media y baja; no obstante, en este caso peculiar el granulado es muy notorio y a eso se suma que cuando se extiende el zoom, el defecto se agrava aún más. No es algo para arremeter contra la Handycam, ya que al menos los objetos se ven bien definidos; una vez más, la queja radica en el inevitable ruido.

Cuando hay luz de día o la iluminación artificial es suficiente (superior a 250 lúmenes), esa granulación se desvanece, dejando en su lugar una nitidez ejemplar. Al visualizar un video tomado al mediodía en un televisor de 50" con resolución 1080p, casi no percibí imperfecciones. En general, los colores lucen vívidos, mientras que los contrastes se muestran balanceados. Si acaso noté cierta propensión hacia los tonos cálidos.

Veredicto

Ante el hecho de que cualquier teléfono puede tomar video con suficiente calidad, es fácil pensar que no hace falta un equipo especializado, pero después de pasar varios días usando la Handycam CX330 como mi herramienta principal de grabación, simplemente no puedo evitar hacer comparaciones. Ningún teléfono ofrece zoom óptico, sin mencionar que aun con las ligeras deficiencias de imagen, la calidad visual que presenta esta cámara es espectacular.

A lo anterior se suma que el equipo es muy fácil de usar, tanto que casi cualquier miembro de la familia lo puede dominar sin problema, además de que las numerosas funciones permiten jugar un poco con el elemento creativo. El inconveniente lo encuentro en el precio, pues por los $6798.76 MXN que cuesta, es mejor agregar un poco más de dinero para hacerse de una Cyber-shot HX400V que además de grabar excelente calidad de video, toma muy buenas fotografías. Sin embargo, la relación entre valor de precio es conveniente para alguien que únicamente quiere una herramienta de grabación más completa y al respecto, la CX330 garantiza satisfacer muchas necesidades.