Oppo comienza a imponerse en China como ejemplo de innovación para el resto de los fabricantes de móviles; de hecho, la industria asiática lo cataloga como el Apple de aquella región. No todo lo que fabrica esta joven empresa destila creatividad, de hecho, tiene en su catálogo un par de propuestas convencionales y una de ellas es el Find 5 mini, teléfono que, a pesar de su diseño atractivo, ofrece muy poca novedad en cuanto a experiencia de usuario.

Es una pena, porque Oppo demostró con el N1 que puede destacar tanto en oferta de características como en estética. Dicho lo anterior, la apariencia del Find 5 mini es elegante y estilizada, desprovista de detalles pero con un armazón satinado que brinda una sensación reconfortante y que denota calidad, sin mencionar que la estructura está fabricada con policarbonato de alta resistencia. Es incierto si la carcasa resistirá golpes contundentes, pero al menos parece que tiene lo necesario para sobrevivir algunos meses de uso rudo.

Sobre la línea de lo visual, esta edición pequeña del Find 5 cuenta con una pantalla de 4.7", con resolución de 960 × 540 pixeles, traducido en una densidad de 234ppp; no está mal para ser un equipo de gama media, pero si consideramos que el estándar comienza a elevarse a 720p, los números que ofrece Oppo no suenan tan atractivos. Al menos el panel está fabricado con IPS, lo que significa colores brillantes, buenos ángulos de visión y un contraste suficiente. En teoría, esta virtud debería brindar suficiente visibilidad aún debajo de la luz solar.

Debajo de la pantalla, en términos de software, el Find 5 mini presenta Color OS, una versión severamente modificada de Android la cual, según Oppo, está constituida por 410 mejoras y ajustes sobre la versión pura del sistema operativo de Google. Sobra decir que muchas de esas modificaciones están detrás de la interfaz y refieren al funcionamiento específico de ciertas apps, pero de primera impresión, Color OS luce atractivo, simple y útil. La compañía dice que se podrán personalizar a detalle muchos de los elementos de toda la interfaz, incluyendo la pantalla de inicio, por ejemplo, al agregar elementos dinámicos. Pero fuera de lo que muchos podrían considerar como gimmicks, el sistema operativo es una simple variación austera de lo que ofrece el N1, que de por sí no es tan diferente de Android 4.2.2, la versión sobre la que Oppo construyó su launcher.

Volviendo al hecho de que ésta es una edición pequeña del Find 5 original, es importante señalar que no únicamente lo es en tamaño sino en capacidades. El teléfono está potenciado por un chipset MediaTek MT6582 de cuatro núcleos a 1.3 GHz, además de 1 GB en RAM y GPU Mali 400, suficiente para ejecutar la mayoría de las aplicaciones que residen en Google Play, pero limitado cuando se trata de juegos demandantes o una que otra app de productividad. Para almacenamiento tiene 4 GB, con la posibilidad de expandir a 32 GB por medio de la ranura microSD.

Las limitaciones de poder también están presentes en la capacidad fotográfica. La cámara es 8 megapixeles y tiene un flash de LED para complementar las tomas, pero el sensor es convencional y hasta podría denominarse pequeño, así que los resultados no van más allá de lo satisfactorio bajo buena iluminación y granulado, si hay poca luz. El objetivo secundario es de 2 MP, ofreciendo el beneficio adicional de videoconferencia a 720p.

A pesar de las evidentes carencias, el Find 5 mini es una alternativa llamativa ante la legión de dispositivos genéricos en el ecosistema de Android. Y es que la ironía es que aún si su propuesta general tiende a lo convencional, su diseño interesante y el hecho de ofrecer un launcher diferente le dan un toque de identidad. Estará disponible a partir del 15 de abril en exclusiva con Telcel, a un precio aproximado de $3999 MXN o gratis con Plan 500.