La moda de los camarófonos se disparó durante 2013 y entre los principales responsables estuvo la Galaxy Camera, que si bien sólo fue un experimento de Samsung para combinar las virtudes del teléfono inteligente con la potencia fotográfica de las cámaras compactas, la propuesta estuvo bien ejecutada y dio pie al desarrollo de dispositivos más interesantes —como la Galaxy NX—. En un intento por replantear al híbrido y agregar sofisticación, la compañía creó una segunda generación equipada con algunas mejoras de diseño y de funcionamiento.

La Galaxy Camera 2 tiene una estructura idéntica a la de su antecesora y las mismas propiedades ópticas: genera imágenes de 16.3 megapixeles, un sensor BSI CMOS de 1/2.3", una lente de 23 mm de apertura (2.8 de foco en gran angular y 5.9 en telefoto) y cuenta con 21 aumentos de zoom óptico. Cabe señalar que aún cuando lo anterior no es particularmente novedoso frente a ciertas compactas, en especial comparado con los modelos de gama alta con lentes intercambiables, la ventaja que propone Samsung es ofrecer de toda la flexibilidad y utilidad de Android. A simple vista, ambos modelos son idénticos, pero obviamente hay distinciones que justifican el cambio de nombre.

El almacenamiento incrementó al doble, así que en lugar de 4 GB ahora hay 8 GB de base para tener más libertad al momento de instalar apps. Por supuesto, siempre está la ventaja de expandir la capacidad otros 64 GB por medio de la ranura microSD y con ello, despreocuparse por el espacio al momento de producir fotos o video, pues el equipo captura las tomas únicamente en archivos comprimidos, JPEG y MP4, en lugar del RAW convencional de una réflex.

Otro aspecto en el que se hace evidente la superioridad de la Galaxy Camera 2 es su capacidad de procesamiento. El CPU sigue siendo de 4 núcleos, pero el chip tiene arquitectura más reciente (en lugar del Exynos 4412 de 2012), mientras que de RAM conserva 2 GB. Dado que dichas especificaciones consumen más energía, la cámara viene equipada con una batería de 2000 mAh, que debe ser suficiente para medio día de uso intenso.

En cuanto a conectividad, la evolución se encuentra en las funciones NFC, que aprovechan el Bluetooth 4.0 para comunicación dinámica con otros dispositivos y por supuesto, favorecer la compatibilidad con televisores bajo el sello Samsung. De hecho, la Galaxy Camera 2 aprovecha los servicios propietarios de la línea Galaxy, como Tag & Go, un método con el que se puede etiquetar una foto y después enviarla a un teléfono o tablet, ya sea de una en una o en grupo.

Si hablamos de funcionalidad, diremos que la cámara se impone sobre el promedio de las compactas al utilizar Android Jelly Bean como plataforma, lo que significa tener acceso al universo de aplicaciones disponibles en Google Play. Además de las herramientas de inicio, como Smart Mode en la que se listan hasta 28 tipos de filtro de imagen, se pueden utilizar aplicaciones especializadas tanto para tomar fotografías o video, como para editarlos posteriormente.

Al igual que con sus teléfonos de la familia Galaxy, Samsung espera colocarse en el primer puesto del mundo de las cámaras y aunque la competencia es mucho más reñida, la idea de un híbrido luce muy atractiva. Pero más allá, la Galaxy Camera fue un ejemplo de buena ejecución y su heredero parece mejor diseñado; será momento de comprobarlo durante CES 2014, en donde Samsung dé a conocer el resto de los detalles, el precio y la fecha de lanzamiento.