Las computadoras de Apple están lejos de ser baratas, pero eso no significa que sean completamente inaccesibles para todo tipo de público y con la nueva Mac Mini esto es especialmente cierto, pues se trata de un diminuto pero poderoso aparato que sólo necesita monitor, teclado y mouse para funcionar.
Con tan sólo 7.7 pulgadas cuadradas de tamaño, y 1.4 pulgadas de espesor, esta edición de la Mac Mini desconcertará a muchos por su diseño minimalista, al grado que algunos podrían confundirla con una Apple TV. Pero la discreción estética es una ventaja, pues la puedes poner en cualquier parte sin que estorbe, sin mencionar que sus acabados estilizados la hacen parecer más un adorno ornamental que un dispositivo tecnológico, además de que aún con uso excesivo casi no genera calor.
El modelo básico de la Mac Mini incluye un procesador i5 de doble núcleo a 2.5 GHz y 4GB en RAM. Mientras el CPU no es tan glamoroso como en el modelo anterior, el incremento de memoria ayuda a estabilizar la ejecución de aplicaciones, y en casos como Photoshop se nota la diferencia. Por supuesto, dado que para el video se vale de un chip Intel HD 4000, el desempeño para juegos o cierta edición de video es realmente bajo, sobre todo al comparar con una MacBook Pro.
Al igual que la Mac Mini de 2011, ésta no tiene unidad para CD, lo que implica comprar una externa si tienes tu información almacenada en discos. Por lo demás, la conectividad es la misma que cualquier otra computadora de Apple, es decir entrada HDMI, puertos USB, conector FireWire y lector para memorias SD.
Aunque soy entusiasta de construir mi maquina a la medida, no puedo negar que la relación de precio a cambio del alto nivel de desempeño es superior al de una PC, sin olvidar que no hay en existencia una solución tan pequeña, atractiva y práctica como la Mac Mini. No es una máquina perfecta, pero es uno de los mejores productos de Apple en últimos años.
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