¿Alguna vez has hablado con Cleverbot, ese robot que imita a una persona al punto en que parece que de verdad es humano? Pues Microsoft quiere usar una tecnología para literalmente convertir a alguien en un chatbot mediante inteligencia artificial, incluso si esa persona ya no está viva.
El sitio Protocol realizó su recuento semanal de patentes que fueron registradas en Estados Unidos y sin duda uno de los casos más llamativos fue el de Microsoft. En la patente, la compañía describe "los sistemas y métodos para crear un bot conversacional de una persona específica. En algunos aspectos, se puede acceder a datos sociales (por ejemplo, imágenes, datos de voz, publicaciones en redes sociales, mensajes electrónicos, cartas escritas, etc.) sobre la persona específica. Los datos sociales se pueden utilizar para crear o modificar un índice especial en el tema de la personalidad de la persona específica".
La patente entra en detalles bastante específicos, como por ejemplo llegar a afirmar que este modelado de alguien puede servir para crear una personalidad digital de uno mismo, un amigo, un pariente, un conocido, una celebridad, un personaje de ficción, una figura histórica, etc; además llegando al punto de crear un modelo 2D o 3D usando imágenes, información de profundidad y/o datos de video. Lo más interesante del asunto, sin embargo, es que este chatbot hipotético sería capaz de imitar completamente la personalidad y estilo de habla y escritura de la persona en cuestión, gracias a que se alimentaría de sus “atributos conversacionales, como estilo, dicción, tono, voz, intención, longitud y complejidad de la oración/diálogo, tema y coherencia".
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¿Chatbots de personas fallecidas?
Una de las primeras cosas que se ocurren al pensar en un chatbot que toma la personalidad de alguien es pensar que pueden sustituir a alguien que ya falleció. En ese sentido, Microsoft explicó que se le podría dotar al chatbot de una especie de conciencia que le haga saber que está tomando el papel de alguien que ya no está en este mundo.
Sin duda un tipo de tecnología así levanta muchas cuestiones morales. ¿Qué tan ético es que un robot se alimente tanto de la información de alguien como para llegarlo a imitar a la perfección? ¿Debería ser legal que un robot personificara a alguien que ya está muerto? ¿O qué tan bueno, psicológicamente hablando, es que alguien utilice uno de estos robots para "comunicarse" con alguien que ya no está aquí?
La buena noticia es que por el momento todo esto es especulación, ya que el hecho de la existencia de una patente no necesariamente implica que la compañía ya esté desarrollando un producto que vaya a salir al mercado.
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