Una de los problemas de seguridad más comunes en el mundo digital está relacionado con los passwords. En principio, muchas personas no eligen uno lo suficientemente complejo como para evitar que alguien pueda adivinarlo. Las leyendas de los servidores invadidos por hackers porque la contraseña de algún usuario era “11111” o “password” son completamente ciertas y siguen sucediendo al día de hoy. Por otro lado, muchas veces el romper una contraseña es cuestión de tiempo y paciencia.
Google quiere reducir la posibilidad de que la información privada pueda ser robada por algún delincuente, así que están trabajando en proyectos para lograr eliminar la necesidad de ingresar la contraseña en distintas computadoras para reducir el riesgo de incursiones ilegales, ya sea porque sea adquirida por ingeniería social, por hackeo o por fuerza bruta. Recordemos que mucha de nuestra vida está ligada a las cuentas de correo, en donde almacenamos información importante, como la de nuestras cuentas bancarias, datos personales y demás que, al ser robados nos pueden meter en problemas.
La investigación y propuesta de Google fue realizada por Eric Grosse, videpresidente de seguridad de la empresa y por el ingeniero Mayank Upadhyay, quienes la publicaron en el diario especializado IEEE Security & Privacy Magazine. La idea es mejorar la manera en la que accedemos a nuestro espacio en la red, particularmente a los lugares en los que se necesita un grado de seguridad más alto. Entre lo que se propone, se encuentra la creación de un “anillo” que nos permitiera un acceso inmediato, ya que cada dispositivo sería altamente personalizado para cada usuario y cuenta. Por otro lado, el uso de tarjetas y unidades USB que contuvieran esa llave necesaria y única.
También se pretende que al final, los accesos se realicen a través de los smartphones, que son prácticamente omnipresentes en estos días y cuya presencia sigue incrementándose. Desde luego, esos planes tienen algunas fallas. La más obvia tiene que ver con la pérdida de los dispositivos que usemos para entrar a nuestros correos y sitios seguros, ya que quien los obtenga tendrá prácticamente toda nuestra vida en sus manos. La otra tiene que ver con el siguiente paso, ya que si extraviamos esas llaves digitales ¿cómo haremos para reportar su pérdida, si en ellas se encuentra nuestra prueba de identidad?
La investigación continúa, pero mientras tanto recuerden que las fechas de nacimiento, las cinco primeras letras del alfabeto y los ocho primeros números no son ideales para protegerse. Y lo ideal es que cambien sus contraseñas cada par de semanas.
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