Tras los lamentables y enigmáticos eventos en torno al deceso de Aaron Swartz, los miembros de Anonymous tomaron represalias contra el Instituto Tecnológico de Massachusetts, alegando que la institución educativa y la actual administración de la Unión Americana fueron responsables, y que se debe tomar la tragedia de su colega hacktivista como inspiración para una reforma de cómo se castigan los crímenes en Internet.
La historia de Swartz comenzó en julio de 2011, cuando la policía lo arrestó bajo la acusación de robar 4 millones de documentos del MIT y Jstor, incluidos registros científicos, actas académicas, libros y otros contenidos de carácter confidencial. De haber perdido el juicio, el hacker habría enfrentado más de 50 años en prisión, además de tener que pagar 4 millones de dólares.
De entonces a la fecha, se dice que Swartz se sumió en una severa depresión que al final, lo condujo a la muerte. Al respecto, el presidente del MIT, Rafaeli Reif, prometió una meticulosa investigación para averiguar los hechos desde el 2010, cuando se dieron las primeras sospechas de actividad ilegal en los servidores de la institución, con tal de dar con la verdad, fuera Swartz o alguien más el responsable. Anonymous consideró la respuesta como tardía, y tomó acciones para asegurarse de que “nunca más se vuelva a incurrir en una procuración de justicia tan grotesca, y que la perversa sombra que tanto combatió Aaron no ataque de nuevo”.
Así es como hace unas horas el grupo hacktivista violó la seguridad de los servidores del MIT, y en el sitio web del colegio publicó la siguiente lista petitoria:
- Llamamos a una reforma de las leyes que regulan los crímenes computacionales, en nombre de esta tragedia y para acabar con los inquisidores fiscales que las llevan a cabo.
- Llamamos a una reforma de las leyes de derechos de autor y propiedades intelectuales, obedeciendo el principio del bien común para todos, en lugar de la ganancia privada para pocos.
- Llamamos a una reforma contra la opresión y la injusticia que padecen diariamente las personas que luchan por sus derechos y creencias frente a instituciones de poder, todo en nombre de la solidaridad y respeto mutuo.
- Llamamos a una reforma que devuelva la naturaleza del Internet a ese estado de libre expresión, en el que no exista la censura y se dé acceso equitativo para todos.
Por su parte, la familia de Swartz denuncia que la fiscalía buscaba poner ejemplo, y que el suicidio fue daño colateral de “un sistema que abusa de la intimidación y las tácticas terroristas”. La investigación del estado de Massachusetts y las autoridades del MIT sigue en proceso, con observadores de diversas instituciones revisando cada paso del proceso.
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