En Europa, si existe una página con información que no te gusta porque no es precisa o contiene datos personales, puedes solicitar a Google que sea escondida de resultados de búsqueda: en este continente, el buscador ha eliminado más de 1 millón de páginas de sus resultados. Esta posibilidad es parte de un movimiento legal en Europa, el cual busca que las personas tengan el derecho a "ser olvidadas": sin embargo, leyes estadounidenses no protegen a sus ciudadanos de esta forma.
Un ciudadano estadounidense, Jeff Ervine, tenía una excelente carrera en la que disfrutaba el éxito de ser COO de un fondo de cobertura. Sin embargo, en 2010 un par de contactos le informaron la existencia de resultados de búsqueda de Google que mostraban un sitio llamado Con v. Con, el cual declaraba que Ervine era un estafador que buscaba engañar a la gente convenciéndola de aceptar malos tratos.
Desde Turquía, el creador del sitio web quería que Ervine pagara por provocar que fuera encarcelado durante 42 meses y fuera deportado de Estados Unidos: Con v. Con fue creado, básicamente, para destruir la reputación de Ervine.
Inicialmente, Ervine ignoró el problema. Sin embargo, posibles clientes y colegas seguían hablando de él: en una entrevista con NPR, Ervine dijo que "en cada reunión, pasaba los primeros 15 minutos intentado explicar la noticia". Ya que Ervine sabía que no podría convencer al atacante de retirar el sitio, el empresario decidió contactar a Google, solicitando que los resultados de búsqueda difamatorios fueran retirados.
Lamentablemente, Google ignoró la solicitud.
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Google tiene una postura diferente en Estados Unidos que en Europa: ya que no tiene la obligación de ocultar contenido difamatorio, los abogados de Ervine tuvieron que demandar al creador del sitio web para que, un año después, dicho sitio fuera retirado.
Después de que la demanda fuera exitosa, los abogados tuvieron que acudir a Google para que se percatara de la situación. Le tomó a la empresa varios meses para responder que apelaría a la solicitud y, un mes después de eso, ocultó los resultados de búsqueda: después de gastar $100,000 USD Ervine pudo al fin borrar un sitio de Google.
Lamentablemente, la reputación de Ervine se vio dañada: actualmente, el empresario está buscando proteger a personas que se encuentren en situaciones similares, esto a través de una compañía tecnológica llamada Bridg-It. ¿Qué piensas sobre esta práctica de parte de Google? ¿Crees que merecemos "ser olvidados"? ¡Deja un comentario abajo!
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