Por fueran pocos, Uber debe añadir una nueva demanda a su lista de problemas pendientes en 2017. Resulta que una pareja de personas en silla de ruedas de Jackson, Mississippi, presentó una demanda en contra de Uber porque las “personas con discapacidad en Jackson no tienen la opción de llamar a un vehículo accesible para sillas de ruedas o a un conductor especialmente entrenado a través de la aplicación Uber”. Según la demanda, con esta omisión, Uber está violando el Título III de la Ley para Estadunidenses con Discapacidades, la Ley de Personas Discapacitadas de California y las leyes de competencia desleal de California. Además, la pareja asegura que sí hay conductores con vehículos perfectamente adaptados para sus necesidades, pero no tienen manera de contactarlos.
En 2014 y como respuesta a varias demandas del estilo, Uber creó y lanzó un programa llamado UberAssist, que permite que los usuarios soliciten el servicio de un conductor entrenado en accesibilidad y que, en algunos casos, cuenta con un automóvil que puede acomodar sillas de ruedas, en caso de ser necesario. El problema es que este programa sólo está disponible en ciertas ciudades del mundo, como Nueva York, Houston, Chicago, Los Ángeles, Londres, Portland y Sídney, por nombrar algunos.
En 2016, un grupo defensor de los derechos de gente discapacitada en Chicago interpuso una demanda federal en contra de Uber por no proveer vehículos que puedan acomodar una silla de ruedas. Así que, este tipo de demandas seguirán llegando a Uber, al menos hasta que la compañía no se decida a extender el programa de UberAccess en todas las regiones, aunque, viendo cómo la compañía lo lanzó, aparentemente para quitarse el problema de las demandas de aquel entonces, y no lo volvió a tocar, esto no parece estar en sus planes.
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