OPA (Open Platform for Architecture), una red de diseño establecida en 2014, presentó un atrevido proyecto: “casa brutale”. Este consiste en una residencia conceptual que cuelga en lo más alto de un acantilado con una impresionante vista al mar.

Esta casa está pensada para ser construida con materiales simples como madera, vidrio y concreto, para hacer énfasis en el paisaje y el océano. Al estar justo adentro del acantilado, nada se extiende a lo largo del nivel de la tierra, todo se encuentra abajo.

El techo de la residencia es una alberca cristalina hecha de vidrio reforzado. El fondo está glaseado y funciona como un enorme tragaluz que llena el interior de la casas con luz natural.

El vidrio cubre la fachada entera del lado del acantilado, lo que aumenta la sensación poética que se respira en el inmueble, además de que aumenta la exposición a los elementos de la casa.

Es necesario bajar cincuenta escaleras para llegar hasta la casa. En ese punto se encuentra una puerta giratoria hecha con madera. Por dentro, el resto de la casa está al descubierto, abierta y simple.

Una pequeña escalera de metal conduce de la cocina a un entresuelo que está dedicado a la recámara principal. Al igual que otros muebles, la base de la cama está hecha a partir de madera y concreto. Las paredes están espejeadas para permitir un juego de luces y sombras.

En el piso principal cuenta con una habitación para huéspedes y un pequeño corredor que conduce a un área de almacenamiento y un baño.
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