Jake Dyson es un empresario británico que no sólo descata por ser el hijo del reconocido inventor James Dyson —fundador de la empresa multinacional Dyson, especializada en aspiradoras— sino que además es el creador de una tecnología de vanguardia que pretende cambiar la manera en que la gente percibe la iluminación: un LED que puede durar 40 años, fuente de luz que, si llegara a estandarizarse en unas décadas, supondría una gran ayuda para la economía del consumidor y el medio ambiente, pues los focos que se comercializan actualmente tiene una vida corta y sus componentes son un riesgo incluso para nuestra salud.
Lo mejor de todo es que estos LED que duran casi toda una vida ya se están comercializando: la compañía subsidiaria de Dyson, Jake Dyson Lighting, está vendiendo 2 modelos de lámparas —3, en realidad— que implementan la creación de Jake: la CSYS, una lámpara de pie y de mesa, y el Cu-Beam, una lámpara colgante enfocada para superficies de trabajo o para ambientar espacios abiertos. Pero ¿cómo es posible que los LEDs duren aproximadamente 144,000 horas? El mismo Dyson explicó a Tech Insider que en sus lámparas "hay tubos de calor que canalizan el calor lejos de los LED y lo disipan fuera de la habitación. Esto ayuda a mantenerlos frescos y protegerlos de los daños que de otro modo podrían ocurrir". Dyson afirma que, incluso después de 40 años, los LEDs no mueren por completo, sólo reducen su intensidad original en un 70%.
Dicha característica de enfriamiento es lo que separa a los productos de Jake Dyson del resto, ya que la mayor parte de las compañías no se preocupan por el calor que generan sus focos y continúan utilizando tecnología de baja calidad —lo cual representa un negocio redondo—: "El mercado de las bombillas desechables vale miles de millones de dólares al año en todo el mundo, por lo que algunos fabricantes no están interesados en la creación de productos de iluminación para toda la vida. Veo algunos paralelismos en cuando mi padre fue pionero con la primera aspiradora sin bolsa. En ese momento otros fabricantes rechazaron la idea porque la venta de bolsas de vacío desechables era muy lucrativa", mencionó Dyson.
La meta principal de Jake no es cambiar de un momento para otro la industria de los focos, lo que pretede es modificar la manera de pensar acerca de la iluminación en general, así como cuando Edison presentó al mundo una alternativa a las lámpara de aceite: "Me gustaría ver a más fabricantes pensando de manera sostenible, desarrollando productos de iluminación que no tengan bombillas que necesiten ser desechadas después de un período relativamente corto de tiempo".
Iluminación que trasciende generaciones, muy amigable con el medio ambiente y benefactora para la economía, en eso podemos resumir la creación de Jake Dyson. ¿Logrará cimentar un imperio como lo hizo su padre? A corto plazo, no. No tenemos que ser expertos o analistas para darnos cuenta de que el negocio de las bombillas desechables es enorme y que las empresas no van a cambiar su modelo de negocios tan fácilmente. Tal vez si las lámparas de Dyson llegaran a popularizarse y abarcaran un sector importante del mercado, los mayores fabricantes podrían empezar a implementar nuevas tecnologías como ésta. Pero la verdad es que tal hecho resulta casi imposible en nuestra actualidad.
Para conocer más información al respecto de la CSYS y el Cu-Beam, consulta la página web de Jake Dyson Light, ahí encontrarás todas sus especificaciones a detalle y costos.
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